El Deportivo vs Real Madrid Castilla será el primero de un carrusel de duelos directos que tendrá que afrontar el equipo blanquiazul en lo que queda de temporada. Los de Óscar Cano tienen la oportunidad de poner distancia con el filial blanco y evitar al mismo tiempo que el Alcorcón se distancie en el liderato.
A pesar de sus buenos números, parte de la afición blanquiazul cuestiona al técnico, que asume las críticas que conlleva su puesto: «Creo que tanto para lo bueno, como para lo malo, entiendo que la labor del entrenador es tomar decisiones. Comprendo y respeto que algunas de mis decisiones no sean los que a un sector del deportivismo le guste. Pero soy la persona más prescindible del contexto y además sería muy egoísta pararme a pensar si le gusto a unos o a otros. Prefiero centrarme en el objetivo. A algunos gustarán menos, a otros más las decisiones. Que si hago cambios antes, después… hay una serie de factores, pero es que lo asumo como parte de mi trabajo y yo no me voy a enfrentar a nadie. Porque son de los míos, yo soy de los de ellos. Soy la persona menos importante de los que estamos aquí».
Y es que el propio Cano es el primero en reconocer que muchas de las decisiones que toma no dan el resultado esperado: «Lo único que hago es gestionar un montón de talento, intentar hacerlo de la mejor manera y centrarme en el día a día. Porque si en clubes que no tienen la repercusión que tiene el Depor, hay entrenadores que duran cuatro jornadas… no puedo mirar más allá de lo que tengo en mis narices. Y eso es el Castilla. No me puedo parar a pensar ni hacer distinciones. Asumo también que muchas decisiones son equivocadas, pero no puede ser de otra manera porque estoy tomando decisiones continuamente«.
Por eso se ha acostumbrado a convivir con la crítica: «Lo entiendo y sobre todo lo respeto, jamás me he enfrentado a un aficionado de mi equipo. Sé lo que representamos, el entrenador es el saco de boxeo. Si se cuestiona a Guardiola y Ancelotti cuando pierden dos partidos, imaginad a Óscar Cano, que es un donnadie. Que quieran a los jugadores, los demás estamos de paso».