Rubén de la Barrera, técnico del Deportivo de La Coruña, analiza su ‘redebut’ en Riazor con el cuadro herculino. El conjunto herculino ha vencido 4-0 en un partido con muchas novedades, está matemáticamente clasificado para el playoff y se jugará la tercera plaza en la última jornada en Pasarón. El preparador coruñés puso en valor el resultado «después de tres días» y recalcó que su cuerpo técnico sintió que era el momento para dar la oportunidad a jugadores como Trilli, Peke o Mella: «Sentí que los chavales estaban para esto. Tuvieron la oportunidad y vaya si la aprovecharon».
Valoración del partido
«Era un partido, de entrada, para reflejar todo lo que pudimos hacer durante la semana. Presionar bien, tras robo ir adelante y que con balón fuésemos generando cosas. Sabíamos que el Algeciras nos iba a obligar a defender bien el área. Y lo que comentábamos, cosas a revisar y ajustar. Muy contento por este ambiente, por cómo apretó la gente y por el debut de los chavales, porque obedece a posibilidades que los tiene. No es cuestión de mirar DNI de uno u otro. Sentí que estaban para esto. La tuvieron y vaya si la aprovecharon».
¿Por qué los elegidos?
«Tenemos en cuenta muchísimas cosas. Sensaciones. Porque aunque tengas conocimiento de la gente, desde la distancia no eres consciente de si sí o si no. Aprovechamos estos días para corroborar cosas y fuimos por aquí, pero eso no significa que los que salieron vayan a ser y los que no salieron no vayan a tener. Pero jugador que ofrece rendimiento, jugador que continúa».
¿Qué vio exactamente en los ‘chavales’?
«Es muy sencillo. Los jugadores con talento esperan que en el partido suceda lo que a ellos les gusta para poder destacar. Esperan tener oportunidades de uno contra uno, poder rematar al arco… Pero un partido implica muchas cosas. Y estos jugadores deben hacerlo todo. Les tocará eso, pero también deben ofrecer continuidad, defender hacia adelante, regresar a defender… Para lograrlo, deben tener la voluntad de hacerlo. Si desean hacerlo y lo hacen, como es el caso, tendrán continuidad. Si solo hacen lo que les gusta a ellos, no será bueno para el equipo. Peke, por ejemplo, debe hacer lo que hizo hoy».
El nivel de Trilli y Álex
«En la primera parte, y también en la segunda, podríamos haber encontrado a Trilli con mayor claridad y aprovechar su habilidad para llevar el balón, al igual que lo hacíamos con Diego (Villares) y Lucas. Nos costó encontrarlo. Creo que podría haber intervenido más veces. Defensivamente estuvo atento, controló bien su espalda. Le costó algo más en algunas defensas en primeros controles y paredes. Son pequeñas situaciones que ocurren y en las que no se puede profundizar mucho en tan poco tiempo».
«No se trata de abrumar al chico. Estamos en la recta final de la temporada. Lo mejor está por venir. Depende de él apuntarse o desapuntarse. Está en condiciones de ayudar al equipo. Tiene unas condiciones muy importantes. Es cuestión de que siga y no desconecte mentalmente de lo que viene. Las situaciones anteriores, las perspectivas pasadas, todo eso no importa. Desde hoy hasta el final, él y su rendimiento determinarán su futuro».
«Álex no es ninguna sorpresa. A nivel emocional es espectacular y logra que los demás estén conectados también. Tenerlo cerca te obliga. Te llama, te persigue para que hagas lo que tienes que hacer. Parte del trabajo defensivo de Peke seguramente tiene que ver con tener a Álex cerca, ya que no te da un respiro».
El planteamiento
«Sabíamos que el Algeciras era valiente al venir arriba, presionar y perseguir. Al acercar a Max a Lucas, se generaban situaciones claras de dos contra dos. Con Mario y Villares queríamos ampliar aún más ese espacio. En algunas ocasiones hemos salido francamente bien, en otras hemos tenido dificultades con las distancias y las orientaciones. A veces pudimos salir y progresar más veces, pero en momentos clave perdimos por falta de orientación, falta de control, etc».
«Sin embargo, estoy bastante contento considerando lo poco que llevamos juntos y lo que se ha visto. En la segunda parte nos costaba llegar al defender con tres en todo el ancho del campo, por lo que optamos por cerrar mejor ese pasillo lateral».
¿Qué saca en positivo y en negativo?
«La ventaja que tengo es que cuento con buenos futbolistas. El tiempo se suple con los buenos futbolistas. No se puede llegar a todo en tres días. Tenemos algunas ideas, llevamos algunas al campo y el resto… son chavales con mucho fútbol, mucho talento y que están en un club que exige eso. Estoy muy tranquilo. Si me dijeras que este resultado se lograría en tres días, no sería lo más habitual, no pensarías que esto sucedería. Esto nos tiene que impulsar, estimular a todos. La gente nos empujó de manera increíble. Estarán ahí. Seguiremos trabajando y funcionando, esperemos que sucedan cosas positivas».
De la Barrera en su primera vez como local en Riazor con una gran asistencia
«De locos. El último día contra el Langreo eran 5.000 personas y se había creado un ambiente espectacular. Y ahora mira esto… no importa la cantidad de gente que venga, sino lo que hacen durante todo el partido. He presenciado una comunión increíble entre la afición y el equipo que pone los pelos de punta. Puede que sea por ser coruñés o deportivista, pero ya le he dicho a los jugadores que me cambiaría por ellos durante cinco minutos todos los días».