Lara fue uno de los muchos jugadores que el domingo se estrenaron en competición oficial en Riazor con el Deportivo. El extremo reconoce que parte de lo espeso que estuvo el equipo se debió a ese debut, tanto del estadio, como de la categoría y de la temporada: «El equipo se entiende bastante bien, pero era el primer partido y somos mucha gente nueva. Fue la primera toma de contacto, un estadio nuevo… todo influye. A partir de los próximos encuentros se irán matizando cosas e iremos mejorando».
El sevillano valora la capacidad del equipo para lograr un triunfo incluso sin ser brillantes, y destaca la importancia del juego por las bandas: «Tenemos jugadores que pueden hacer daño por ahí e iremos sacando resultados con mejor juego. El míster sabe mis características, sabe que tengo profundidad y que también puedo buscar ese juego entre líneas. Tanto por la banda, que llegamos con mucha gente al área, como buscando el remate por dentro».
A Lara le gustó la presión asfixiante que ejerció el Deportivo ante el Salamanca y cree que ese es el camino a seguir, aunque haya que tomarse un respiro a veces: «Por la energía que veo en el equipo y su fortaleza, creo que debemos apretar arriba. Somos conscientes de que es complicado hacerlo continuamente durante 90 minutos. Hay fases en las que hay que hablarse y saber cual es el momento de ir y cual el de esperar».
Lara notó el empuje del público en Riazor
Lo que sí notó Lara fue el aliento de los 3.000 seguidores de las gradas de Riazor: «Tener a la afición dándonos ese empuje nos ayuda mucho dentro del campo, es un punto fuerte. Es importante tenerlos porque en momentos de los partidos se hacen notar. La afición del Dépor es maravillosa y a pesar de la situación que vivimos están volcados con nosotros«.