Augusto César Lendoiro, el que fuera presidente del Deportivo, ha remitido un comunicado en el que desgrana la situación económica actual por la que pasa el mundo del fútbol. «Ahora son los grandes los que tienen que salir a salvar a los pequeños que están en peligro de muerte», avisa el mandatario.
Reproducimos íntegro su comunicado:
MURCIA, HÉRCULES, ELCHE, RACING, MALLORCA, RECREATIVO…
¿A NADIE LE DUELE QUE VARIOS FUNDADORES DE LALIGA PUEDAN DESAPARECER?
¿Nadie va a interesarse por ayudar a un buen número de clubs históricos que se debaten entre la vida y la muerte? ¿Alguien amante del fútbol puede, sin más, «dar de baja en el estadillo», a equipos, ciudades o comunidades que han representado tanto en el fútbol español moderno?
Al tiempo que el miércoles nuestra Selección colgará el cartel de «no hay entradas» en La Nueva Condomina, lo que habla muy a las claras de la futbolera región murciana, a menos de un radio de cien kilómetros, tres históricos, como mínimo, se juegan la vida a la caída de los dados, mientras muchos de sus compañeros-rivales asisten impasibles a esa extremaunción, sin percatarse que a ellos puede sucederle lo mismo el próximo año.
Si el fútbol es un sentimiento, y nadie duda que así sea, ¿pueden los clubs «no sentir» que están abandonando a su suerte, entre otros, a históricos que fundaron La Liga? Me refiero a entidades que en 1984-85 crearon la LNFP, integrándose en la División de Honor -caso del R.Murcia, Hércules, Racing, Elche…- o en Segunda División, supuestos del Mallorca, Recreativo… La vida para unos depende de un difícil ascenso a Segunda… y para otros de un milagro.
A todos se nos llena la boca presumiendo del fútbol. ¿Cuántas veces hemos sentenciado o escuchado que un aficionado/a puede cambiar de cónyuge, de ideología, de amigos… pero es casi imposible que cambie sus colores futbolísticos? Ante esa aparente realidad yo me pregunto ¿llega ese sentimiento por el fútbol también a los clubs, entre sí, en los momentos más problemáticos para alguno de ellos? ¿Son los clubs solidarios entre sí? ¿Son capaces las entidades de seguir el ejemplo de sus aficionados?
Cada día tengo más dudas. Después de cincuenta años ininterrumpidos como Presidente de Club, veinticinco de ellos en la esfera profesional, comienzo a pensar que es mucho más un sentimiento de los seguidores de cada club que de la organización futbolística. Estoy llegando a esta conclusión cuando observo que auténticos «pata negra», incluido El Decano, están en trance de desaparecer sin contar con el apoyo decidido de la élite que configura la mejor competición del mundo.
Me decido a escribir estas líneas cuando leo que el Presidente del Hércules de Alicante, un club de prestigio de nuestro fútbol, asegura que está a punto de desaparecer si Hacienda no lo evita. Y no es el único. Numerosos casos similares existen, como ya hemos visto, en el pozo de la «Segunda B» desde el Norte hasta el Sur; desde el Oeste de la tristemente desaparecida Unión Deportiva Salamanca, verdugo en una promoción de los manchegos del Albacete, hasta el Este que marcan las Islas Baleares…
Todos ellos han escrito páginas importantes del balompié hispano y, a pesar de eso, están sólos. Sus seguidores son su único apoyo y con eso no llega. Por eso yo me pregunto ¿dónde está el «sentimiento del fútbol»?¿Existe con los clubs en grave riesgo que, hace más de treinta años, crearon esa gran institución que es hoy la LaLiga? Sin duda fueron pioneros en la puesta en marcha de una LNFP que ha llegado a las más altas cotas actuales también gracias a lo que ellos aportaron.
No se entendería la historia de nuestro fútbol sin las aportaciones de las comunidades valenciana, murciana, cántabra… que están a punto de perder a clubs que las han representado durante un siglo, casi siempre por sus deudas con Hacienda, inasumibles para ellos, pero de poca importancia para garantizarla la patronal y los grandes equipos que se beneficiaron enormemente de aquel Plan de Saneamiento que se pagó a escote por todos los integrantes entonces de la LNFP.
Me parece muy bien que La Liga apoye al resto de deportes, que conceda becas a deportistas que se lo merecen, que patrocine nuevas modalidades, pero nos parece injusto que no se trate de evitar la desaparición de una parte significativa de los creadores de la propia LFP.
No parece lógico que, cuando el sector del fútbol profesional, después del maná televisivo, nada en la abundancia, mire para otro lado cuando ve inminente la desaparición de clubs que son historia viva del más que centenario fútbol español.
Por eso, si conseguimos frenar el grave riesgo que aqueja a estos y a otros clubs, comenzaremos a pensar que el fútbol es un sentimiento que no sólo une a los seguidores de cada entidad, sino que supone un sentimiento solidario entre Clubs, como lo fue el de los pequeños con los grandes en el Plan de Saneamiento de los 90. Ahora son los grandes los que tienen que salir a salvar a los pequeños que están en peligro de muerte.
Augusto César Lendoiro.
Ex-Presidente del R.C. Deportivo de La Coruña.