No hay duda de que el DUX Internacional de Madrid quiere el balón. El conjunto dirigido por Alfredo Santaelena es uno de los conjuntos del Grupo 1 de Primera RFEF más combinativos. Pero muere en las áreas. Porque ser asociativo no es sinónimo de ser eficiente. Con capacidad para dominar a través del esférico, pero sin solidez atrás ni un gran caudal para generar ocasiones, el DUX llega a Riazor en apuros. Porque ve el descenso como una amenaza real.
Se miden en A Coruña dos de los equipos con peor dinámica en la segunda vuelta. Porque si el Dépor acumula tan solo 15 puntos tras el paso de ecuador, el DUX ha hecho 13. El equipo dirigido por Alfredo Santaelena, leyenda deportivista, ha pasado de una relativamente cómoda decimosegunda posición a verse decimocuarto a tan solo dos puntos del descenso.
Llega a tierras coruñesas el cuadro madrileño con un bagaje de tan solo tres victorias -una de ellas ante el Extremadura- desde que jugó con el Deportivo en la ida, allá por el 23 de enero. Pero en un tramo notable solo empañado por la derrota ante el intratable Racing de Santander (0-3). Porque el equipo ‘gamer’ venía de vencer al Badajoz (1-0) y cosechar dos empates frente a Celta B (1-1) y UD Logroñés (1-1).
Es, por tanto, capaz de lo mejor y de lo peor el conjunto de Villaviciosa de Odón. En parte, por su capacidad para tener el balón. Es a lo que ayuda el hecho de juntar a ‘peloteros’ como Reguera, Rubén Ramos, Adrián Mancebo o Álvaro Martín. También un Bonaldo que aporta ida y vuelta a un centro del campo completo. Es esa línea medular la mejor de un DUX que presenta uno de los ritmos de circulación (pases por minuto de posesión) más altos. Apenas le superan el Valladolid Promesas y el propio Dépor en el Grupo 1.
Sin embargo, esa capacidad para dotar de fluidez sus ataques no se ve reflejada en un alto grado de posesión, pues promedia 391 pases por encuentro. Una cifra alta, pero no de las más elevadas. Y, por supuesto, tampoco es sinónimo de profundidad. Porque el DUX ni percute por bandas (solo promedia 12,51 centros por encuentro), ni envía balones a los 20 metros más próximos de la meta rival (únicamente 4,33 pases profundos por encuentro).
Todo ese conglomerado provoca que el Internacional sea uno de los equipos que menos chute (9,21 remates por cada 90 minutos). Y, por ende, que menos peligro genere. El DUX produce ocasiones por valor de 1,10 goles esperados (xG) por partido. Aunque, al menos, tiene puntería. Porque su conversión es superior: marca 1,23 goles de media por encuentro. Su punta, David Barral, y el mediocampista Bonaldo destacan en esta faceta. El andaluz, un clásico del fútbol español, regresa tras sanción y acumula 8 dianas. El mediocampista brasileño, 6.
Problemas atrás
Pero si el DUX presenta ciertas carencias en su juego ofensivo, por donde se deshace es por detrás. Únicamente a la Cultural Leonesa le generan un volumen de ocasiones peligrosas superior. Y es que el Inter promedia un xG en contra de 1,44 goles. Es decir, le ‘deberían’ marcar casi un gol y medio por encuentro. Y, de hecho, es así. Porque el conjunto dirigido por Santaelena ha recibido 43. Es decir, 1,43 por choque.
Al DUX le rematan bastante (11,45 chuts concedidos) y su porcentaje de éxito en duelos defensivos es de los más bajos del campeonato (60,3%). Zagueros como Montoro, Álvaro Herrero o Ramón Blázquez se desenvuelven bien con balón, pero no destacan tanto en aspectos defensivos.
Sin embargo, el DUX Internacional llegará a Riazor con la noticia positiva de Loic Badiashile. El joven guardameta francés se ha afianzado en la portería y es uno de los futbolistas más en forma del Grupo 1. En los nueve partidos registrados por Wyscout ha encajado 10 goles, pero debería haber recibido 11,8. Es decir, ha salvado ya 1,8 tantos. Especialmente brillante fueron sus últimos dos encuentros. Ante el Racing de Santander rechazó dos penaltis (acabaron siendo gol). Y frente al Celta B, recibió 14 remates con valor de 3,10 goles esperados tras tiro. Pero tan solo encajó un tanto y fue clave para el empate de los suyos.
De este modo, un DUX vistoso pero poco eficiente en la actualidad se plantará el domingo a las 12.00 horas en Riazor. Lo hará con pocas certezas, pero con armas suficientes como para dar un susto al Deportivo y a casi cualquiera que se le ponga por delante.