El Dépor llega a la décima jornada de liga fuera de los puestos de playoff de ascenso, pero todavía con mucho margen para mejorar y reengancharse a la zona más alta de la tabla. El equipo coruñés ha ido dando pasos hacia delante y hacia atrás en su faceta ofensiva, con partidos esperanzadores y otros en los que la escuadra herculina ha estado poco fluida y productiva. Sin embargo, lo que apenas ha variado ha sido el apartado defensivo. En este caso, para mal. Porque los goles en contra del Deportivo son una sangría que urge cortar.
El bloque herculino acumula 8 dianas recibidas en 9 encuentros. Es decir, una media de 0,89 que, de mantenerse, proyecta casi 34 goles encajados al final de la liga regular. Una cifra demasiado alta. Y más teniendo en cuenta que el conjunto dirigido ahora por Óscar Cano no está siendo nada fructífero en el área rival: ha marcado 10 tantos, menos que ningún otro equipo del top-9. De hecho, se sitúa como el 13º de su liga en esta faceta.
Pero más allá de la cifra de goles en contra del Deportivo, lo verdaderamente preocupante está siendo la continuidad a la hora de recibirlos. Es decir, estos 8 tantos no se explican por alguna goleada concreta, sino que son el resultado de un constante goteo casi partido sí, partido también. Es la sangría del Dépor, que tan solo ha dejado la puerta a cero en 2 de sus 9 duelos disputados hasta la fecha (Mérida y Rayo Majadahonda).
De hecho, tan solo el Talavera le ha marcado más de un gol. Y curiosamente, en un partido que acabó con victoria blanquiazul. Pero recibir casi siempre está siendo una losa demasiado pesada para el conjunto herculino, que ha perdido 10 puntos por sus goles encajados -2 empates y 2 derrotas- y ha ganado 3 de sus 4 encuentros sin el portal a cero.
Para paliar este mal, Óscar Cano parece estar incidiendo en la organización como arma. El bloque coruñés busca no lanzar a tantos efectivos por delante del balón como antaño. Y una vez pierde el esférico, trata de ser menos agresivo para evitar ser superado con tanta facilidad y estar más expuesto. A pesar de que estos patrones han empezado a verse en el césped, en los dos encuentros con el nuevo técnico el Dépor ha encajado dos tantos.
Los goles en contra del Deportivo, un registro de media tabla
Echando la vista atrás hacia las últimas temporadas, los goles en contra del Deportivo casi siempre han sido decisivos en la posición final, como es lógico. Sin embargo, hay excepciones. La primera de ellas, en la temporada 11-12, la del ascenso a Primera con récord de puntos de la mano de José Luis Oltra. Aquel curso, el Dépor había encajado la friolera de 14 tantos a estas alturas de temporada (por 13 a favor) y era noveno. Finalmente, acabó elevando su producción ofensiva y logró ser campeón con un bagaje de +31 en términos goleadores, ya que aunque encajó 45 tantos, marcó 76.
El otro precedente ‘extraño’ fue precisamente el de la ‘extraña’ temporada 20-21, de reestructuración del fútbol semiprofesional y amateur tras el confinamiento. En una liga de Segunda B corta dividida en dos fases, el Deportivo arrancó siendo una ‘roca’ defensiva, pues solo encajó 5 dianas en 9 partidos. Eso le sirvió para ser segundo. Pero llegaron las dudas y los malos resultados. De la Barrera reemplazó a Fernando Vázquez y con el equipo ya en caída, el técnico coruñés tan solo pudo acabar en una teórica octava plaza (segundo de la liga por acceder a Primera RFEF). Fue, por lo tanto, un curso difícil de comparar con el resto por sus condicionantes especiales.

En el resto de temporadas, encajar demasiados goles siempre ha sido sinónimo de complicaciones. De hecho, es que el Dépor ha sido un equipo con tendencia a recibir mucho en los últimos años, incluso en los cursos en los que se salvó del descenso en Primera División. Llevando exclusivamente la comparativa de los goles en contra del Deportivo a las campañas en las que el equipo partía con el objetivo del ascenso, como sucede en esta, se puede comprobar que solo en el citado curso 11-12 el equipo había encajado más goles que en el presente a la altura de la novena jornada.
La temporada del último ascenso a Primera, la 13-14, el Deportivo había recibido solo 5 tantos y era cuarto. Finalmente, con Fernando Vázquez, acabó segundo encajando 36 dianas. Ya en el curso 18-19, el Dépor de Natxo González había encajado 7 dianas, un registro algo mejor que el actual y que le valía para ser cuarto.
Más allá del extravagante curso en Segunda B ya citado, en la última temporada (21-22) el Deportivo afrontaba la décima jornada en la cuarta plaza, dos puestos y dos puntos por encima del actual. La diferencia estaba en que aquel conjunto de Borja Jiménez había comenzado la competición sin encajar un solo tanto en las cuatro primeras fechas. Luego, encajó 5 en 3 partidos, algo que le llevó a sumar solo un punto. Con su victoria 1-0 precisamente ante el Sanse -próximo rival- y su empate en El Sardinero enderezó el rumbo y cerró los nueve encuentros con esos 5 goles en contra.
Remató la liga con 29 tantos en contra, como segundo equipo menos goleado. Esa fue una de las claves de un conjunto que pese a su buena puntuación solo pudo ser subcampeón y acabó sin ascenso. Algo a lo que, por el momento, no puede aspirar el Dépor de mantener unos números defensivos más propios de media tabla.