Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo, recuerda con riazor.org cómo vivió el día en el que su equipo se proclamó campeón de Liga. Un 19 de mayo que pasó a la historia y se convirtió en la fecha favorita de los blanquiazules. Un día para repetir una y otra vez «¡cómo me voy a olvidar!».
Queridos amigos de riazor.org, ¡qué gran día!. Qué fiesta más impresionante. A Coruña en la vida ha vivido una fecha festiva de ese encanto, después de la gran batalla de María Pita. La gente es buena y así lo demostró aquel día. El CHUAC recibió el menor número de urgencias de todo el año. Fue impresionante desde el primer momento, toda la Coruña engalanada con los colores azul y blanco. No lo habíamos pedido oficialmente desde el club, lo habíamos hecho en el 94 y nos traía malos recuerdos.
La Plaza de Lugo, la ciudad, empezando incluso por el Ayuntamiento por las razones que fuesen, estaban engalanado de azul y blanco. Llegamos a disfrutar del partido, con los nervios propios de haber perdido en el famoso año 94 con el penalti de Djukic. Eso había dejado marcado a todo el mundo, la gente tenía miedo y yo el primero. Estábamos viendo esas posibilidades claras y habíamos vivido con una intensidad los últimos días anteriores al combate.
Nos fuimos al estadio. El amigo Donato nos hizo levantarnos de alguna manera de los asientes, lo celebramos pero quedaba mucho. Cuando Makaay marca el segundo, pienso que todavía falta mucho. Los recuerdos del 94 no te dejan tranquilo en ese momento. En cualquier momento podía marcar el Espanyol, que tenían una prima superior para muchos jugadores que lo que habían percibido hasta el momento. Algunos iban a ganar más ganándole al Deportivo que el resto de la temporada. Era un gran equipo, ese año fueron subcampeones de la Supercopa, había sido campeón de Copa y el Deportivo le ganó después en verano la Supercopa de España. Esas tres Supercopas que nunca hemos celebrado y me da una sana envidia ver como el Superclásico, el Supercampeón de España como el Athletic Club lo celebraba, cuando no había sido campeón de Liga o de Copa y lo celebraba como un título importante.
El susto impresionante que llevé yo cuando Naya pide por los altavoces a los aficionados que no salten al terreno de juego. Les faltó tiempo a Riazor Blues y compañía para saltar. Faltaba un minuto o dos, y pensé, ya sería el colmo que después del penalti podamos perder la Liga porque el Comité entiende que hay invasión de campo. Ello me preocupó mucho durante un momento, hasta ver que el árbitro pito el final, algo atemorizado por la que le venía encima. García Aranda era un árbitro que no me gustaba, pero que nos dio dos títulos. Contra viento y marea la primera Copa del Rey, la del diluvio en el Bernabéu, el segundo el partido definitivo contra el Espanyol en Riazor.
Llegamos al momento de éxtasis de la celebración, abrazos, de disfrutarlo con todo el mundo. Habían llegado los rubios de oro, Djalma, Songo’o, Donato, Mauro Silva. Todos eran rubios. En aquel momento todos estaban de fiesta, lo celebrábamos de forma espectacular, la gente en la calle, contenta, la gente disfrutaba.
Recuerdo la vuelta a la ciudad, pasar el autocar por Cuatro Caminos y disfrutar de una noche verdaderamente única en el Playa Club. Viendo como amanecía, viendo las primeras horas de la mañana. Y como es tradicional, yo no me podía perder esos buenos hábitos de acostarme tarde. Era temprano aún, me solía acostar a las 11 o 12 de la mañana, una hora prudente aunque a la que no sea muy normal acostarse. Después más celebraciones en la ciudad, a seguir disfrutando y ojalá disfrutemos todos muchas veces de algo parecido. Ojalá lo antes posible. Estoy convencido de que con tiempo se podrá volver a disfrutar de esos éxitos y que el Deportivo vuelva a Primera División y vuelva ofrecer a Riazor Blues, a la afición coruñesa, a todos los que de alguna manera hemos vivido esas épocas inenarrables en una ciudad pequeña que se convierte en la séptima que puede celebrar un título de Liga. No es nada fácil conseguirlo, se ha conseguido y pudimos conseguir alguna más. Estamos a tiempo de volverlo a conseguir.
Un abrazo a todos, a los amigos de Riazor Blues, a los de riazor.org a todos los deportivistas de corazón. Que disfrutemos de este gran día. Es un día de esos que hay que marcar en los calendarios, que lo disfrutemos muchísimos años, como se diría, tú el primero.
Gracias, un abrazo fuerte, y a seguir riazor.org con los éxitos y el trabajo duro que venís desarrollando los últimos años.