El capitán deportivista cree que «de nada vale mirar a los demás si tú no ganas» y ve a sus compañeros «bien» y «con confianza» para afrontar esta recta final.
Manuel Pablo atendió a los medios esta mañana en Abegondo, en una rueda de prensa centrada en el próximo encuentro del Deportivo. «Es un partido que tenemos que ganar, es la realidad, estamos a dos o tres puntos y tenemos que sumar. No sé después lo que pasará en otros partidos pero si nosotros no sumamos no vamos a ningún lado», afirmó.
Sobre el Real Club Deportivo Espanyol destacó que «desde que ha llegado Aguirre se han hecho fuertes atrás, tienen buenos jugadores arriba, como Verdú o Sergio García, y creo que intentarán proteger bien su portería y después aprovechar esos hombres de calidad. Tenemos que ganarles nosotros, no nos van a regalar nada. Ellos no van a hacer ningún pasillo ni a poner la alfombra roja», añadió.
Por su parte Diego Colotto volverá a Riazor, y el lateral blanquiazul espera que no les cree problemas en las jugadas de estrategia. “Es un jugador que hace daño en los córners, de manera directa o indirecta, y hay que estar pendiente. El otro día nos metieron a balón parado pero yo creo que en las últimas jornadas hemos defendido bien todas esas jugadas«, comentó.
El veterano futbolista ve a su equipo con fuerzas suficientes para afrontar este último tramo, aunque reconoce que «todos los equipos llegan muy justos al final». “Estamos bien. El otro día no hicimos un buen partido, pero los rivales no están siendo superiores. Creo que hemos competido bien contra la mayoría de los equipos y nos vemos bien por eso, porque estamos dentro de los partidos, estamos cerca de ganarlos. Hay que corregir algunas cosas pero el equipo está con confianza de que puede ganar», aseguró.
En cuanto a los rivales del Dépor, Manuel ve a «dos o tres equipos (Zaragoza, Osasuna y Granada) muy iguales» y cree que si consiguen la victoria esta jornada «ya se verá la semana siguiente qué pasa».
También hubo tiempo para hablar una vez más de los errores arbitrales. “Está claro que cuando pasan esas cosas te enfadas en el momento y te duele. El otro día aunque pueda ser gol o no, tenemos que mirar lo que hicimos nosotros y para haber ganado ese partido debimos hacer algo más«, dijo, y añadió que «uno siempre llega al siguiente partido pensando que el árbitro lo va a hacer lo mejor posible, ni quieres ayudas ni nada, simplemente que más o menos esté correcto en todos los sentido». Sobre el colegiado de este fin de semana, César Muñíz Fernández, apenas quiso hacer comentarios: «no me fijo demasiado pero es un árbitro que lleva muchos años pitando, tiene experiencia y eso a veces ayuda”.
Para finalizar, el único futbolista que salió campeón en el 2000 y sigue en la plantilla coruñesa recordó lo que hizo aquel 19 de mayo de hace 13 años: «pasármelo bastante bien, sobre todo después del encuentro. Durante el partido con mucha tensión y confianza en que lo íbamos a conseguir. Ahora estamos peleando por otra cosa, hay que ver la realidad y también ilusionarte con cosas que no sean de tan alto nivel”, finalizó.