Que lo de Pedro Mosquera va en serio lo llevamos comprobando desde principio de temporada. Partido a partido, minuto a minuto y anticipación a anticipación el coruñés se está convirtiendo en el faro del equipo en la medular. En ese jugador que decide a qué se juega en cada momento de cada encuentro. Si se aguanta o se ataca. Si se toca en corto, si se hace en largo, si es momento de acelerar el juego o ralentizarlo.
Indiscutible para Víctor Sánchez del Amo en un centro del campo de dos o de tres hombres es además un futbolista diésel, que mejora con el paso de los minutos gracias a su imponente capacidad física. Así lo demostró en la segunda parte del encuentro en Riazor contra el Athletic Club, en la segunda parte contra el Atlético de Madrid, en la segunda parte contra el Celta y en la segunda parte contra la UD Las Palmas. Y eso por no irnos mucho más lejos. Hubo quien dijo que estaba a nivel selección y lo tacharon por loco. Ahora ya coinciden en que tiene nivel suficiente para estar.
Lo de anoche fue de un nivel notabilísimo. Vamos con tres ejemplos gráficos.
Mosquera. Minuto 70. Gana el Dépor 0-1 y hay que mantener la posesión aunque salgas a la contra.
Mosquera. Minuto 70. Gana el Dépor 0-1 y hay que mantener la posesión aunque salgas a la contra. pic.twitter.com/Cz3U52RK1w
— Dani Méndez (@Danimendez7) noviembre 28, 2015
Mosquera. Minuto 85. Gana el Dépor 0-1 y se necesitan piernas frescas para robar balones en el centro. Dos robos.
Mosquera. Minuto 85. Gana el Dépor 0-1 y se necesitan piernas frescas para robar balones en el centro. Dos robos. pic.twitter.com/sJ06XPdtof
— Dani Méndez (@Danimendez7) noviembre 28, 2015
Mosquera. Minuto 94. Recupera en el centro, Fajr desmarcado y pase preciso de primeras.
Mosquera. Minuto 94. Recupera en el centro, Fajr desmarcado y pase preciso de primeras. pic.twitter.com/gWSJ5i8gw3
— Dani Méndez (@Danimendez7) noviembre 28, 2015