Una de las cosas más especiales que tiene ser del Deportivo es que se trata de un sentimiento que normalmente ha ido traspasando generaciones. Abuelos, abuelas, padres, madres, hermanos, hermanas… todos han tenido un papel fundamental en nuestro deportivismo.
En mi caso, recuerdo estar viendo por la televisión con mi madre y mi abuela el partido contra el Murcia donde empezó a arder la cubierta de Preferencia Superior. Justamente donde estaban los asientos de mi abuelo y de mi padre.
Mi aventura comenzó con mi abuelo, acompañándole cuando mi padre no podía y empapándome de ese deportivismo que ya empieza cuando sales de casa. Ya sabéis aquello de «el camino a mi estadio es el más bonito del mundo». De hecho, con él viví el penalti de Djukic en la grada y me sorprendió su entereza mientras yo no podía dejar de llorar tapándome con la bufanda.
De ahí a Especial Niños y después a otros muchos años con mi padre en Preferencia Superior. Si algo voy a recordar siempre con muchísimo cariño, son esos momentos previos caminando hacia Riazor y los posteriores analizando el partido con él. Durante el partido, cada uno liberaba los nervios como podía.
Cuando pude ver lo que estaban creando en la histórica Torre de Marathon, ‘semente deportivista’, la idea me pareció fantástica. Que tengamos un sitio especial donde honrar a quienes ya no están entre nosotros, pero que tuvieron un rol especial tanto en nuestra vida como en nuestro deportivismo.
Este viernes la agrupación Riazor Blues estrenó este nuevo rincón mágico, donde ya solo la imagen que han creado a mi consigue ponerme los pelos de punta. Lógicamente, en cuanto pueda iré allí para honrar a mi abuelo que es uno de los grandes culpables de mi deportivismo y también de poder escribir aquí estas letras. Además, habrá un lugar especial para que podáis dejar allí vuestros recuerdos.
Así que desde aquí, mil gracias a quienes nos han puesto en el camino del deportivismo, a quienes han compartido con nosotros los llantos y las alegrías, las largas conversaciones y esos abrazos de gol que nunca se olvidan. Siempre en nuestros corazones.