Rubén de la Barrera, técnico del Albacete y ex del Deportivo, se pasó por RiazorTV justo antes de la final del playoff de ascenso a Segunda entre ambos equipos. Para el coruñés, este cruce no es algo en lo que pensase al llegar a su nuevo club, pero «era algo que queríamos evitar. Yo lo quería evitar y estoy convencido de que el Dépor también. Pero el fútbol y la vida son así de caprichosas. Es una faena», lamentó.
«Es una semana muy emocional, pero es una final», explicó el entrenador de los manchegos. «Tener enfrente al Dépor y a Riazor va a estar presente». Eso sí, el técnico dejó claro que se siente «muy responsabilizado por el objetivo que hay en juego y por la ilusión de la ciudad y el club por llegar a Segunda División. El componente profesional es el que impera, lógicamente», recalcó.
Con todo, a nivel personal el regreso a la que fue su casa será indudablemente especial para el gallego. «He estado centrado en la preparación del partido, pero a nadie se le escapa que según se acerque el momento vas a sentirlo todavía aún más. Cuando cojamos el avión, uno es consciente de que no va a Cornellá o al campo del San Fernando. Vamos a La Coruña y ese desplazamiento para mí va a ser especial. Me lo imagino natura y bueno. Yo tengo ganas de ver a mucha gente. Y en esos 90 o 120 minutos, cada uno va a defender sus intereses y después me tocará felicitar o que me feliciten. Es tan natural como eso. Muy especial el hecho de ir».
¿Ha hablado Rubén de la Barrera con algún excompañero de su etapa como blanquiazul desde que se conoce que Deportivo y Albacete se medirán en esta final? El míster deja claro que, fuera del terreno de juego, no debe haber ninguna rivalidad. «Siempre hay algún vacile por ahí. Y ganas de vernos y reencontrarnos. Porque más allá del partido y del significado del mismo, el fútbol es eso. Son muchísimas experiencias, relaciones… Y muchas ganas de reencontrarnos con tanta gente que por allí tenemos.
La semifinal del playoff de ascenso a Segunda en Balaídos y la final en Riazor
Tras superar al Rayo Majadahonda en Balaídos, De la Barrera sintió «muchísima alergia por poder llevar al Albacete a ese último partido. Pero sensaciones encontradas. La primera, esa ilusión por ganar. Pero, por otro lado, el ambiente desangelado. Apenas sin público. De hecho, revisando el partido, como la gente estaba concentrada en una localidad, podías contar a ojo el número de espectadores que había. Eso, en estos momentos de la temporada, en un playoff en el que hay tanto tiempo invertido y tanta gente detrás… Qué menos que poder disfrutarlo con todos ellos. Nosotros con los nuestros y el Rayo Majadahonda con los suyos».
Sin embargo, con la disputa del partido en Vigo no se cumplieron, ni de cerca, las esperanzas del míster. «Allí estábamos los equipos, los árbitros y poquito más. Esa es la realidad», explicó De la Barrera que, por contra, sí reconoció que «sabíamos desde hace tiempo que sería en Galicia y cuáles eran las condiciones para las sedes. Entiendo el revuelo que puede generar, pero está así montado. Lo que tenemos que hacer nosotros es convertir lo menos positivo en algo que estimule. El ambiente del sábado no es ni siquiera de Primera, es de una gran cita de las de verdad.
Precisamente ese apoyo desbocado de la afición herculina es algo sobre lo que, para Rubén de la Berrera, es imposible mentalizar a sus jugadores. «Por mucho que digas, comentes y acondiciones para que allí no te pille con el pie cambiado, es imposible. Porque la sensación que allí vas a tener cuando pises aquello y se acerque la hora de la llegada al estadio y veas el ambiente, va a tirar por el suelo todo aquello que habías propuesto«. Pero, ¿podría este mismo ambiente suponer una excesiva presión para los jugadores del Dépor? «Momentos en los que te tiemble el pie, por ese factor ambiental y necesidad de lograr el ascenso, pueden existir. Y nosotros también. Aquí la clave es estar emocionalmente conectado al partido y que todo ese ruido te penalice lo menos posible».
A nivel táctico, el entrenador del cuadro manchego asegura que su equipo debe estar preparado para todo. «Tendremos que alcanzar, o superar, nuestro mejor nivel de la temporada. Pero también habrá momentos en los que vas a sufrir. Es cuestión de perder la vergüenza. Si tenemos que colgarnos del larguero durante un periodo porque el partido lo requiere, lo haremos sin lugar a dudas. Estoy convencido de que eso va a ocurrir, por el contexto y el escenario».
«En esos ambientes ocurren dos cosas», explicó. «Cuando sientes que lo que está ocurriendo te favorece, hay que traducirlo en el marcador. Y cuando no ocurren tantas cosas, tú, que estás dentro, tienes ese sentimiento de que te están destrozando. Esas emociones son primordiales para estar de pie y no caer. Porque como caigas… Lo del Linares, de repente en tres minutos, el Dépor… O cuando vas al Bernabéu. Es la misma sensación, en tres minutos encajas tres o cuatro goles. Es así. Sabes que va a ocurrir, pero ocurre.
Frente a un rival al que le vale el empate, Rubén de la Barrera destaca la importancia de «atacar. Y atacar bien. Tenemos que ganar el partido y no se me pasa por la cabeza sentenciarlo en la primera parte. Nos interesa un partido largo y, a partir de ahí, jugar un poquito con la tensión de esta eliminatoria. Sabemos que vamos a tener opciones. Lo principal es no descomponernos. Ni siquiera aunque el Dépor lograse adelantarse. Hay que evitar ese ‘efecto Bernabéu’. Cuando no encajas uno, no puedes encajar un segundo y tampoco debes sufrir un segundo golpe».
Rubén de la Barrera analiza al Deportivo de Borja Jiménez
«Finalizar donde has finalizado entraña un mérito importantísimo», comienza De la Barrera para valorar a su exequipo. «Y más en equipos que tienen la necesidad de, como mínimo, llegar al último día optando al ascenso de categoría. Las dinámicas en los grupos fueron diferentes, porque la segunda vuelta del Racing fue inmaculada. Pero el Dépor ha sido un equipo sólido. Bajo mi punto de vista, cuenta con individualidades determinantes, sobre todo en el último cuarto de campo. Miku está bien, Quiles todo lo que toca la mete para dentro. También lo que aporta la presencia de William. O, sin ir más lejos, el otro día un jugador de corte diferente pero muy eficaz para que el equipo mejore y se acerque al gol, como Mario Soriano»
«Es un equipo con infinidad de recursos, talento y que ha dado un paso importante», continúo el gallego. «Si domina probablemente te haga gol. Y si no, siempre puede aparecer un jugador de estos y liártela. Más allá de todo lo que aportan gente como Mackay, Álex, los laterales, medio campo… Te nombraría a todos». Por todo ello, el técnico explica que «más allá de planteamientos» la aparición de estos jugadores determinantes será clave en ambos equipos.
Sobre Borja Jiménez, su sucesor en el banquillo herculino, el exdeportivista recuerda que ya se han enfrentado en «tres o cuatro ocasiones». Además, tanto por edad como por trayectoria, es un técnico de un perfil similar al propio Rubén de la Barrera. «A mí me agrada la presencia de gente joven, preparada, con hambre y deseo. Es gente que vuelca toda su capacidad e invierte toda su vida en algo. Eso les da felicidades, a ellos, a los suyos y a mucha gente que tenemos detrás. Tanto él en Dépor como yo aquí. Será un gran partido, pero será un Dépor vs Albacete, no un Borja vs Rubén. Él transmitirá unas ideas, yo otras parecidas o no. Pero este deporte es de jugadores, que son lo que hacer buenas o malas las ideas o planteamientos», sentenció.