Miriam Ríos, la que fuera capitana del Dépor Abanca ha anunciado que cuelga las botas. Lo hace para proseguir su carrera ligada al mundo del balón, seguramente desde la banda. A través de sus redes sociales ha publicado un emotivo comunicado.
«Querido fútbol…
Nunca es fácil despedirse ni de nadie ni de algo, y menos si eso de lo que te despides es el sueño de tu vida, y aún menos cuando lo tienes que hacer por obligación. Mis rodillas han dicho basta, que no aguanta más dolores y mi cabeza que se tiene que acabar, que ya no puede estar más noches sin dormir. Último año difícil, con operación de garganta, infección de pie y COVID que acabó conmigo y que han acelerado lo que ya era inevitable. Difícil decisión pero necesaria.
Ahora me toca ser futbolista desde otra perspectiva, en la que llevo trabajando años y que, aunque no es lo mismo, me permite vivir mi sueño y seguir creando más sueños y más objetivos. Me toca desde la banda, disfrutar, enseñar lo poco que sé, poder vivir, aunque sea de manera extensiva, momentos futbolísticos, derrotas, empates victorias… Victorias, en realidad todo son victorias, porque recuerden, no es disfrutar del resultado final, sino disfrutar del proceso, y he disfrutado como una enana más de 20 años, me quedan mínimo otros 20 más que disfrutar.
Gracias de todo corazón a todas esas personas que me he encontrado en este camino, las que ya no están y las que siguen permaneciendo. Gracias a mis clubes tanto de fútbol como de fútbol sala, directivas, cuerpos técnicos, compañeras y “rivales”; me llevo de todos y todas un millón de aprendizajes. Gracias aficiones de cada uno de los clubes en los que me dejé la vida y a las aficiones contrarias, cuando se apoya a los clubes femeninos se apoya el fútbol femenino y ahí no somos rivales.
Gracias a mis amigos y amigas, muchos de ellos están gracia a este deporte en mi vida, habéis sido, sois y seréis lo mejor que me ha dado el fútbol. Y por último y los más importantes, mi familia, la de sangre y la elegida, gracias por recorrer kilómetros, por estar pegados a la tele o a las RRSS, por cuidarme, apoyarme y mimarme cuando las cosas no estaban bien, cuando me lesionaba o cuando simplemente necesitaba teneros ahí. Lo sois todo para mí, sé que seguiréis a mi lado dándome la mano en esta nueva etapa.
Gracias fútbol por hacerme un poco más feliz».