El trío de cabeza sufre más de lo previsto para ganar sus respectivos partidos, mientras que el Valencia de Valverde ya se coloca a un punto de la ‘zona Champions’.
A punto estuvo el Real Madrid de dejarse puntos en su visita a Riazor. Riki adelantó al Deportivo con un zurdazo y Mourinho se vio obligado a volver al ‘Plan A’ para remontar por medio de Kaká e Higuaín. Lo mismo le sucedió al Barcelona, que se encontró con un tanto en contra de Botía para el Sevilla y tuvo que esperar a que Villa primero, y Messi después, volteasen el marcador en la segunda mitad para seguir con su margen en el liderato. Segundo se mantiene un Atlético que obtuvo su decimotercera victoria consecutiva liguera en el Vicente Calderón, esta vez por la mínima contra el Espanyol gracias a una pena máxima materializada por Falcao.
El Betis pasó por encima de un Málaga que poco pudo hacer frente a las dianas de Jorge Molina, Mario y Pabon. Los de Pellegrini conservan la cuarta plaza, aunque solamente con un punto de diferencia con respecto al Valencia que, con un doblete de Jonas, igualó los goles que previamente habían conseguido Postiga y Apoño de penalti para el Zaragoza. Quien también se asoma a Europa es la Real Sociedad, que se llevó el derbi vasco por 1-3; Ibai adelantó al Athletic de Bilbao, pero las conversiones de Griezmann, Agirretxe y Carlos Vela fueron demasiado para los jugadores de Bielsa.
Por otro lado, Osasuna escapa un poco más de la zona de descenso debido al 0-2 que se llevó de su duelo ante el Levante; el iraní Masoud y Kike Sola dieron a los rojillos los tres puntos en los últimos compases. Todavía en puestos de acceso a la Liga Adelante, pero con un poco más de aire, el Celta solventó su duelo directo con el Granada con un 2-1 a favor; Iago Aspas y Mario Bermejo superaron la espectacular volea de Ighalo en el estreno de Abel Resino en el banquillo vigués y se cumplió de nuevo el dicho de “entrenador nuevo, victoria segura”.
Además, el tanto de Giovanni Dos Santos fue insuficiente para que el Mallorca sacase un marcador positivo contra un Getafe que se bastó del penalti convertido, cómo no, por Diego Castro y el posterior doblete de Colunga. Por último, Amat pasó en segundos de cero a héroe en el Rayo–Valladolid, puesto que un minuto después de marcar un gol en propia puerta, se sacó un disparo desde el círculo central para batir por alto a Dani Hernández; sin embargo, la espectacular jugada no sirvió de nada para los pupilos de Paco Jémez ya que finalmente Manucho empujaría al fondo de las redes el balón que certificaría el 1-2 definitivo.