Al margen del resultado, ante el Rayo Majadahonda, el Deportivo dejó una imagen muy pobre. A la conclusión del partido, en rueda de prensa, Natxo González «no ocultó la realidad». Y reconoció que «lo problemático son las sensaciones de falta de energía. Es un querer y no poder».
En el análisis de lo puramente futbolístico, Natxo destacó que el Dépor entró «bien en el partido, los primeros minutos. Sabíamos que enfrente teníamos a un rival con capacidad para tener la pelota. Pero no acababábamos las acciones, no generamos peligro y ellos fueron encontrando espacios y nos fuimos haciendo más pequeños. En el segundo tiempo, lo mismo, el gol de hace daño y vas a remolque. Voluntad, queremos, queremos, pero no hemos podido«.
Las malas sensaciones del partido
Natxo resaltó que lo peor del partido es la manera en la que pierdes: «Me preocupa la forma. No hemos tenido opciones en ningún momento. No voy a vender motos. Lo que se ha visto también lo he visto yo«. Y se refirió al bajón general a nivel individual. Para el preparador vasco «cuando ese nivel es tan flojo, es muy duro querer y no poder, no llegar. El contrario es mejor que yo. Es a lo que le das vueltas. La semana pasada parecía que habíamos tenido mejora hacia el camino que queríamos. Al final es la frustración, la decepción, nos falta energía».
Su situación personal
Así mismo, Natxo reflexionó sobre su situación: «No es difícil saber cómo me puedo sentir. No soy de hielo, soy persona, y solo los entrenadores sabemos lo que hay por dentro. Cuando tu equipo muestra lo que ha mostrado hoy, obviamente, decepción y luego lógicamente eso conlleva que la gente esté enfadada. No puede ser de otra manera. Asumiendo que soy el máximo responsable y sabiendo que tengo que soportar a nivel personal lo que viene encima«.
Acerca de su futuro, Natxo evitó pronunciarse: «Ya dije que no hablo. Estaré trabajando al máximo hasta que pueda y ya está». Y explicó por qué no salió a dar indicaciones en el tramo final -lo hizo el segundo, Bernardo Tapia, en su lugar-: «Cuando ves así al equipo, haces cambios y ves que no se puede dar la vuelta… Estamos en esa situación complicada«.
Creer hasta el final
En un tono más optimista, Natxo afirmó que «rendirse» no es una opción. «Jamás, nunca. Lógicamente ahora me iré a casa y me derrumbaré, me pegaré cabezazos contra las paredes. Pero, mañana, si Dios quiere, volverá a amanecer y es nuestro trabajo. Rendirme no va conmigo. Y son días para rendirte, pero creo mucho en lo que estamos haciendo y hay que seguir adelante. Al final, en esta vida, para conseguir los éxitos hay que pasar dificultades. Cabeza arriba, aguantar, porque son momentos delicados, pero aurrera, adelante».
Los cambios y las variantes en el once
Por último, Natxo aclaró que Vicente y Edu salieron a pierna cambiada de inicio porque «ellos se sienten cómodos así. También era un poco para que recibiesen en zonas centradas para orientarse hacia adentro. Incluso pillarles mejor para un cambio de orientación».
Sobre los cambios de la segunda mitad, Natxo expresó que con «Vítor era posición por posición, tratar de gestionar mejor el balón, que ya lo habíamos perdido». Mientras que, en el caso de Vicente, «estaba con tarjeta, llegando tarde. Luego, el cambio de Pedro ha sido porque ellos se han puesto en rombo y teníamos llegada por fuera y Pedro estaba más fresco. Y lo de Borja Valle por un Edu bastante fatigado, por dar un poco de pausa a Edu, que ya estaba en las últimas», concluyó.