Espanyol y Deportivo fueron los conjuntos encargados de inaugurar la decimoséptima jornada de La Liga Santander, tras el parón navideño. Ambos equipos aumentaron la intensidad de su juego después de una primera parte tediosa para regalar algo de fútbol al aficionado durante la segunda, en el día de Reyes. El resultado final, un empate (1-1) que permite al Espanyol permanecer en la primera mitad de la tabla y da aire a los herculinos.
En la mañana del sábado le tocó el turno al líder, el Real Madrid, que barrió al Granada bajo la batuta de un gran Isco (5-0) en el Santiago Bernabéu. También ganó el Atlético de Madrid al Éibar a domicilio (0-2) para recuperar la cuarta posición de la tabla, un privilegio del que no gozaba desde la jornada catorce. Los armeros, por su parte, ocupan ahora la décima.
A continuación, un solitario tanto de El Zhar sirvió para que la UD Las Palmas tumbara al Sporting de Gijón, en su feudo (1-0). De este modo, los insulares avanzan hasta la octava plaza mientras que los de Abelardo siguen marcando la zona de descenso con apenas 12 puntos. La Real Sociedad, por su parte, establece el corte de acceso a la Europa League tras caer derrotado ante un imponente Sevilla (0-4) que ya acecha al Real Madrid, desde la segunda posición.
Ya en domingo, el Alavés consiguió arañar un valioso punto de San Mamés ante el Athletic Club (0-0) en un encuentro que, sin embargo, tuvo ocasiones para que alguno de los dos equipos consiguiera desnivelar el marcador. Y ya a lo largo de la tarde, dos equipos locales consiguieron hacerse con la victoria. Primero el Betis de un incombustible Rubén Castro, que anotó en la victoria ante un Leganés (2-0) que se asoma al abismo; después, el Celta de Vigo que consiguió un triunfo frente al Málaga (3-1) que se le resistía desde hacía varias jornadas en la competición liguera.
Al término del día, Messi obró su milagro particular de cada fin de semana -anotando un gran gol de falta directa en el 90′- para darle a un Barcelona falto de imaginación un empate necesario en la lucha por la cabeza, frente a un buen Villarreal al que solo le faltó temple para cerrar el partido (1-1). Y en el partido que cerraba la jornada ayer, Osasuna consiguió arañar un punto en el tiempo de descuento ante el Valencia (3-3). Noventa minutos locos, cuyo resultado final permite soñar a los navarros y amarga el reestreno en el banquillo che a Voro.