Óscar Cano ha dejado de ser entrenador del Deportivo. El club blanquiazul acaba de hacer oficial en un comunicado la destitución del técnico granadino, que abandona la entidad coruñesa sin completar siquiera una temporada.
La derrota del pasado domingo en Linares, en la que el Dépor dejó escapar un 0-2 en la segunda parte, ha sido una losa demasiado pesada para la continuidad de Cano. Este lunes dirigió la sesión de recuperación del equipo blanquiazul en Abegondo, pero su continuidad estaba en el aire. A lo largo del día se han producido diversas reuniones en la cúpula del club que han dado con su cese.
Óscar Cano tomó las riendas del Deportivo en la jornada 8 después de la destitución de Borja Jiménez. El técnico logró enderezar el rumbo de la nave blanquiazul y acercarse a la cabeza de la clasificación en base a una gran solidez en Riazor, donde no ha perdido ningún partido desde su llegada. En su debe está el rendimiento fuera de casa, sobre todo en una segunda vuelta donde sólo ha conseguido ganar un partido en el campo del ya descendido Talavera. Su hoja de servicio final, con varios traspiés ante rivales directos en Riazor, es de únicamente tres victorias en las últimas 11 jornadas, lo que ha provocado decir adiós a las opciones de ascenso directo.
Óscar Cano y su falta de conexión con la grada
Sale Cano del Deportivo entre un clamor entre la afición blanquiazul como el que hacía tiempo no se recordaba. Lo cierto es que el técnico nunca ha terminado de conectar con la grada, principalmente por sus declaraciones en rueda de prensa. Empezando por sus impresiones tras la primera derrota ante el Castilla y terminando por la comparecencia en Linarejos este mismo domingo, donde su comparación con la temporada pasada, «hemos luchado por ser primeros hasta el final, cosa que no ocurrió el año pasado«, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia deportivista.