Óscar Cano, actual entrenador del Sabadell y ex del Deportivo, analizó cómo llegan ambos partidos en la previa. Además, profundizó en lo que será para él volver al que fue su equipo el curso pasado.
Y es que para el de Tarifa se trata de «ir a un lugar especial. Es un club que nunca debería estar en esta categoría, por su dimensión, gente, nivel, historia. Como podréis comprobar, veréis cómo todas mis palabras tienen su fundamento en lo que vamos a ver allí. Un estadio con 30,000 personas, club especial, dimensión especial. A nivel personal, con independencia de que no ascendiera, que parte de la responsabilidad o gran parte recae en los hombros del entrenador, fue especial. Dentro del cuerpo técnico actual tengo muchos amigos. Los jugadores tuvieron una relación especial conmigo».
De hecho, para Cano está claro que «para ellos soy una parte insignificante de ese historial. Tuve la gran fortuna de entrenar a uno de los mejores de España y me quedo con eso».
Sobre el recibimiento que le espera en Riazor, para Cano «la gente es libre de expresarse como quiera. Lo único que hice fue entregarme en cuerpo y alma como hago en todos los lugares, independientemente de los resultados que se van obteniendo. Lo que hay que preocuparse es que el partido sea bueno por nuestra parte».
En cuanto al Deportivo, «están en un grandísimo momento. Todos los equipos que han pasado y hablo por experiencia propia, por Riazor, a todos se les queda lejos la portería contraria. Es un equipo lleno de talento, muchos de sus jugadores podrían estar en otra categoría pero prefieren estar en el Dépor que en Segunda. Eso habla de la grandeza del Dépor. Si tienen la pelota, no sé si nos dejarán tenerla, están con una energía magnífica después de sus resultados. En cada recuperación pueden hacer peligro, con Peke, Lucas, Barbero, Mella, son jugadores que están en un estado de forma magnífico y son muy variables. Es un tipo de partido que uno analizando al rival ve las cosas que hacen, pero hay muchas sorpresas que tienen su procedencia en el talento que tienen estos jugadores. Son imprevisibles. Hay que hacer un partido perfecto y que ellos no tengan su día para poder sacar algo de allí».
Sobre el Sabadell que llegará a Riazor, «como plan de partido, cuando podamos tener la pelota, saber tenerla sin exponerla. Tratar de tener determinación también, que no sea tenerla sin contenido. Cuando no la tengamos, saber si podemos ir altos, saber qué hay que hacer, qué vía cerrarle. En campo propio, saber que necesitamos un sistema de ayudas, además de amplio muy eficaz. Son jugadores que tienen pase, todo lo que tienen que tener cerca del área contraria».
Por último, destacó lo que se vive en Riazor. «Es un ambiente único. Es un partido único, que a todo el mundo ilusiona. Me imagino que el campo estará casi lleno, es un entorno especial, un estadio especial. Desde el minuto uno hace notar su presencia la afición, genera unos climas muy favorables a casa. Hay que jugar tranquilos, sueltos, con la realidad. A pesar de que no llegábamos nunca a alcanzar la primera plaza el año pasado por los partidos fuera de casa, en casa no perdimos ninguno. Imagínate lo difícil que es ganar en Riazor».