«Estaba viviendo mi mejor momento en Bulgaria. He conquistado a la afición del club. Todos están contentos conmigo y me quieren mucho». Desde Plovdiv, la ciudad de las siete colinas, nos atiende Paulo Sérgio Teles. A más de 4000 km de su Funchal natal, el luso ha recibido un nuevo mazazo. Esta vez, en forma de lesión.
Corría el minuto 74 de partido, cuando su rodilla dijo basta. Era un Levski Sofía – Lokomotiv Plovdiv, de Primera División búlgara. 10 de mayo. Cuarto contra quinto. Un sombrerito al rival, entrada por atrás, apoyo en falso, y otra vez resonando el game over. Ligamento cruzado roto y menisco dañado. Tocaba rehacerse de nuevo. Y pasar por quirófano. «El momento que me lesioné fue muy doloroso, después de todo lo que he pasado, no me esperaba esta lesión ni este momento triste«.
Porque, para comprender la magnitud del golpe -estará «ocho meses» ausente-, hay que echar la vista atrás. A aquellos días donde todo el mundo se preguntaba qué había pasado con el menino de Madeira que ilusionara a Riazor. El mismo que, a las afueras de Santiago, y alejado del fútbol y de las redes sociales, intentaba iniciar una nueva vida. En silencio. Lejos había quedado ya aquel Teresa Herrera con el vecino, Cristiano Ronaldo, en frente. O los domingos de Liga Adelante.
Y es que, tras abandonar el Deportivo, el mediocentro estuvo alejado del verde durante más de medio año. Hasta que apareció la opción de Bulgaria. Y ahí se volvió a enganchar. «Felizmente jugué todos los partidos (desde que llegó)». De la mano del Lokomotiv Plovdiv recuperó la ilusión. «El equipo cuando llegué estaba último y, ahora mismo, estamos a 4 puntos de la Europa League. Con el cambio de entrenador hemos ganado una nueva vida». El fútbol parecía sonreírle de nuevo. Hasta que sonó el crack.
Pero de todo lo malo, siempre se saca algo bueno. Y es que lejos de los suyos, no camina solo. En el último partido ya ha recibido el calor -más aún, si cabe- de su nueva afición. «Han sido increíbles conmigo. Me recuerda mucho a la aficion del Dépor que para mí será siempre la mejor de España«.
Agradecido -me insiste en que dé las «gracias por los años que he vivido en A Coruña»– querido allá dónde va, buen pelotero. Por eso duele escuchar otro nuevo contratiempo. «Pero la vida es así y todo pasa por algo. Volveré más fuerte que nunca, porque la ayuda y el apoyo de todos me da más fuerza para mi recuperación.»
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h4>Ánimo Paulo, estamos contigo.<h/4>