Pepe Mel ya habla como ex del Deportivo. El que fue técnico durante los últimos meses de la pasada temporada y en las primeras jornadas de ésta, ha sido destituido por los malos resultados. Entrevistado en Radio Gaceta de RNE, explicó cómo se ha tomado su despido como técnico deportivista.
«Las sensaciones son fáciles de explicar a cualquiera que haya perdido un trabajo. Un trabajo que uno intenta hacer con toda la ilusión del mundo. Lo especial que tiene el nuestro, es que hay muchas variables que no dependen de ti, se escapan a tu control y esto es un juego. Como todo juego, es caprichoso. El resultado de ayer no se nos dio bien, más allá de si lo merecimos o no. La decisión del club es que yo quede fuera. Hay que respetarla, en su momento el Deportivo pensó en mí y nada más. No hay mucho más que decir».
Mel reconoce que no le han dado más explicaciones y que tampoco tienen por qué dárselas. «Hace ya un mes, más o menos, me dijeron que justo en la previa del Getafe que debía de ganar ese partido si o sí o estaba fuera. En el fútbol, cuando llevas tantos partidos en Primera como yo -casi 200- eso significa la muerte. No sería esa fecha, sería otra. Pero cuando estás cuestionado de otra forma, está claro que tienes fecha de caducidad».
No tengo queja de nadie del Dépor, tampoco la tengo del público
Y esto es algo que Mel acepta como gajes de su oficio. «Comprendo el timing de mi trabajo. Lo comprendo y se acepta. El Dépor lo que piensa es que -y yo no digo que no se pueda hacer- que el equipo tiene que estar más arriba. Nosotros no estábamos contentos con como iban las cosas, con como iban pasando las jornadas. Yo era el primero que no estaba contento. Entiendo que el responsable es aquel al que has contratado para que se haga frente del equipo. No tengo nada que decir. Generalmente en un equipo, cuando no estás en el Madrid o Barcelona, si te han dado un últimatum lo normal es que salves dos o tres jornadas, no mucho más».
Agregó que «en 200 partidos en Primera División, cuando una directiva no confía en el entrenador, está muerto. Eso se traduce hacia fuera. Lo que quiero es que al Dépor le vaya bien, desearle toda la suerte del mundo a Cristóbal. Ojalá toda la suerte que no he tenido yo la tenga él».
Explicó que tampoco ha tenido ningún problema en el vestuario. «No he tenido ningún problema con los futbolistas. El vestuario del Dépor tenía fama hacia atrás de convulso, pero yo con ellos me he alineado bien. Conseguimos el año pasado una permanencia difícil, en la penúltima jornada. Este año íbamos poco a poco sacando puntos, estando fuera del descenso. No tengo queja de nadie del Dépor, tampoco la tengo del público».
Quiero que al Dépor le vaya bien, le deseo toda la suerte del mundo a Cristóbal
Aunque puso como ejemplo al Málaga, que pese a los malos resultados mantiene a Míchel como entrenador. «Es admirable cuando en otro club, que tiene siete puntos menos que nosotros -el Málaga- que mantiene al entrenador, hace esa apuesta, es pública y notoria, lo que merece es que le vaya bien. No es lo normal. Yo tengo que salvar el trabajo de mis compañeros y el mío propio, un club que apuesta por el entrenador semana tras semana, merece que le vaya bien».