Tras la clara derrota sufrida ante el Real Madrid, Pepe Mel compareció en sala de prensa y mostró su decepción: «es una derrota dura por las formas y el marcador. Nosotros basamos nuestros buenos trabajos ante Atlético y Barça en estar el equipo compacto, activo y sabiendo que el marcador juega a tu favor. Si en la primera jugada el marcador cambia y ya tienes que ir a empatar… jugar a lo que ellos quieren. Lo logramos en los últimos 20 minutos de la primera parte con el 1-2, pero el tercero nos mató».
Además, destacó que su equipo no puso la misma intensidad que el Real Madrid y así «vas a perder seguro porque calidad tenemos menos». «Contra Atleti y Barça jugamos con una serie de pautas y al rival le costó mucho. Pero si tú compites y en la primera jugada ya te han hecho gol… Estoy decepcionado por los primeros minutos de la primera parte. Ha sido por desacierto del rival que nos metimos en el partido. Muy poco tiempo lo hicimos bien para competir con un grande», añadió.
En cuanto a la salvación, declaró que «los objetivos siempre están en peligro si no se consiguen» y que ahora irán a Pamplona «con una ansiedad mayor de la que deberíamos». «Mañana a entrenar ansiedad mayor… lo importante es trabajar con sonrisa y ambiente favorable, mañana tengo una labor tremenda. El vestuario es una tumba y hay cosas que solo se permiten cuando tienes 60 puntos en el casillero. Habrá que replantearse muchas cosas. Si tengo que llevar gente del Fabril a Pamplona, la llevo. No estoy para castigar a nadie, estoy para que el Dépor se salve y tengo que tomar decisiones. Cuando un equipo está en esta situación y no es la primera vez, en otros años, es porque algo falla. En Primera División solo cuando tienes 60 puntos puedes dejar de hacer cosas. Hay cosas mínimas y exigibles, sobre todo cuando juegas con equipos grandes», asveró.
Por otro lado, reconoció que a él le gusta «mucho más» el «Madrid B que el A» y explicó también los cambios en el descanso: «estábamos teniendo un montón de problemas por la banda izqueirda, tapar vías de problemas era difícil, pero una clara era la situación de Luisinho siempre en dos contra uno. Intentamos solucionarlo, pero no conseguimos mucho. El portero fue obligatorio. Lux notaba el cuádriceps cargado«.