El Deportivo ha tenido que acudir al mercado de forma inesperada para reforzar el lateral derecho con Antoñito. Con motivo de su llegada, recuperamos los perfiles para conocer mejor a la última incorporación blanquiazul. El futbolista andaluz llega con la duda de su estado de forma después de haber jugado muy poco esta temporada, pero con un curriculum extenso en el fútbol profesional. Jesús Domínguez nos explica qué podemos esperar del nuevo futbolista blanquiazul.
Antoñito, un lateral profesional que busca su último gran reto
En la sociedad existe un vicio que pasa por analizar qué avanzaron Los Simpson y cuándo. Con base en él, uno puede rememorar el momento aquel en el que Lisa recuerda a Homer que los chinos utilizan la misma palabra para crisis que para oportunidad. Crisistunidad, le replica el padre amarillo más famoso del mundo. Esa suma de carpeta es la que unirá a Antoñito al Dépor, una concatenación de lesiones y mala fortuna del club que ha favorecido que en un momento tan impropio, o poco habitual como el actual, recale en Riazor después de rescindir su contrato con el Cartagena el pasado mercado invernal.
El contexto favorecedor del fichaje del lateral andaluz no lo es tanto si se tiene en cuenta la máxima exigencia del equipo en el que recala. Más aún teniendo en cuenta la desventaja con el Racing de Santander. No importa; no del todo al menos: es una necesidad para Borja Jiménez de cara a buscar el ascenso bien en las jornadas restantes de liga regular o bien en un hipotético y probable posterior play-off. Tendrá el ex de Albacete, Córdoba o Real Valladolid margen para ponerse en forma y aportar su experiencia al deportivismo. Con más de 200 partidos en la élite, es este uno de los rasgos que sumará al plantel blanquiazul.
A nadie se le escapa que, con 34 años, no podía ser de otra manera. Como blanquivioleta jugó, incluso, cerca de 50 partidos en la élite, por lo que será difícil que le tiemblen las piernas en los momentos de la verdad. Eso sí: deberá acompañarle lo físico, pues viene de un periodo largo, si no de inactividad, prácticamente, después de su paso fallido por Grecia, donde no cuajó por la pandemia y por una infección pulmonar que le hizo pasarse meses en blanco. Tras aquello, el Cartagena lo rescató, aunque en el último año y medio apenas acumula mil minutos y cinco encuentros disputados de principio a fin.
Sea como fuere, de lo que puede presumir el lateral sevillano es de ser de los que dejan huella por su compromiso con la causa. Así lo hizo en el propio Cartagena, donde la reciente fue su segunda etapa, o previamente en el Córdoba o en el Real Valladolid. En Zorrilla vivió lo que ahora se conoce como ‘prime’, el momento álgido de su carrera, después de conseguir subir a Primera División a las órdenes de Sergio González. En una primera temporada regada de Ribera dejó detalles de un carrilero con buenos conceptos ofensivos y buen pie a la hora de servir centros. Y bregador en defensa.
Aunque en la máxima categoría su protagonismo descendió en pos de un escenario más defensivo y menos favorecedor de su fútbol, siguió siendo un activo para el hoy entrenador del Cádiz, capaz de doblar banda junto a Moyano, el capitán, o de actuar en soledad en el lateral. Lo primero no fue frecuente; sus mejores acciones vienen cuando aparece por sorpresa en el último sector, quizás más desde una penúltima altura, desde la de la línea del área, que desde la línea de fondo. Esta la alcanza, aunque es en estático y más atrás cuando firma sus mejores servicios, o por lo menos así lo hizo como vallisoletano.
La elevación del nivel de exigencia del proyecto de Ronaldo acabó provocando su salida en el verano de 2020, si bien dejó un buen poso a orillas del Pisuerga, debido al citado tándem con Moyano, destacado como profesional, característica tan vacua a veces como necesaria. Esa salida respondió probablemente a ciertas limitaciones para tener su asiento en la élite, que le llegó de manera insospechada superada la treintena, que no han de hacerlo de menos en un contexto de Primera RFEF, dos escalones por debajo. En sus botas, eso sí, tendrá el desmentir a quien creyó que tampoco en Segunda tenía hueco en un Deportivo en crisis, pero que significa oportunidad.
Jesús Domínguez
Periodista del Diario AS y la Cadena SER en Valladolid