‘Un pedacito de historia’ regresa para retroceder hasta una de las etapas más difíciles de la historia del Deportivo, en la que estuvo 18 años consecutivos sin jugar en Primera División.
Hay una canción de Siniestro Total con una letra que hoy sigue plenamente vigente. Se trata de ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?, que precisamente cumple dentro de unos meses cumple 30 años desde que saliera a la luz por primera vez en el álbum Menos mal que nos queda Portugal. Las preguntas del título se pueden aplicar al R.C. Deportivo, que a lo largo de su historia ha vivido muchísimas penurias para sobrevivir. El club vivió entre 1992 hasta 2004 tiempos de vino y rosas. Fue la mejor época de la historia de la entidad, que entonces estuvo presidida por Augusto César Lendoiro.
El Dépor ha estado durante 42 temporadas en Primera División, 39 en Segunda, una en Segunda ‘B’ y otra en Tercera. Cabe destacar que 20 de las campañas en la máxima categoría del fútbol español se vivieron entre 1991 y 2011, que fue el mejor periodo de la centenaria historia blanquiazul. Sin embargo, la fiesta llegó a su fin y llegó el momento de pagar la cuenta. Ahora mismo se juega su futuro en un momento crítico, tanto a nivel económico como deportivo.
Hubo tiempos mucho peores, pero después de probar el éxito es difícil regresar a la vida normal. El conjunto coruñés vivió uno etapa muy dura entre 1973 y 1991, ya que durante esos años deambuló en busca de un regreso a Primera. El equipo entonces llegó a caer tan bajo que jugó un año en Tercera División -1973-1974- y también repitió otra experiencia negativa al descender a Segunda ‘B’ en 1980.
Sin milagros
Aquella campaña 1979-1980 el equipo se plantó en la última jornada con muy pocas opciones de mantener la categoría y al final se cumplieron las peores previsiones imaginables. Los deportivistas no tiraron la toalla y vencieron al Getafe por 3-4, pero no fue suficiente para obrar el milagro. Quedaron empatados a puntos con el Celta de Vigo, que tenía ventaja en el golaveraje particular –el Deportivo se impuso por 2-1 en Riazor y cayó derrotado en Balaidos por 2-0-.
Otro episodio que quedó grabado en la historia del Deportivo fue la fallida ‘final’ que jugó ante el Rayo Vallecano en 1983. Después de mucho tiempo, la posibilidad de ascender a Primera estaba más cerca que nunca. Pero la afición se llevó otra gran decepción justo en el último partido de la Liga, que se disputó el 22 de mayo. Los de Arsenio Iglesias tan solo necesitaban sumar un punto para garantizar el ascenso, aunque la fortuna esta vez les fue esquiva en un Riazor que vio como el Rayo ganó por 1-2. Hasta ocho años después de aquella fatídica tarde no llegó el ansiado ascenso.