Raúl Albentosa se ha convertido en apenas unos meses en uno de los pilares más fuertes del vestuario blanquiazul. Su ímpetu y su manera de vivir el fútbol le convierten en uno de esos jugadores que casi todo entrenador quiere en su equipo. Raúl repasa en Riazor.org estos primeros meses de estancia en la ciudad herculina.
¿Cómo te encuentras en estos primeros meses en Coruña?
La verdad es que muy bien. He tenido una acogida fantástica y cuento con la confianza del entrenador. El único pero hasta ahora son los resultados del equipo, pero por todo lo demás me encuentro muy bien.
Tu prioridad en verano era seguir en Málaga, ¿por qué elegiste el Dépor?
Es cierto que mi idea era quedarme. No llegamos a un acuerdo y yo ya había dado mi palabra de que si no renovaba mi futuro estaba aquí. Surgieron propuestas pero ya me había comprometido con el Dépor.
¿Tan importante es la confianza para un jugador?
Sin duda. Es uno de los aspectos más importantes para un futbolista. De todas formas Garitano es un entrenador que no se casa con nadie y yo sé que si estoy fuera de forma o jugando mal, me voy a ir al banquillo. Hay gente que piensa que llevo toda la vida con él y que juego porque me conoce, pero eso es mentira. En realidad sólo he coincidido con él una temporada, pero sabe lo que le puedo ofrecer al equipo y yo sé lo que puedo dar.
Después de lo que vivió el vestuario del Dépor el año pasado, ¿en ningún momento dudaste en tu decisión de venir?
Está claro que un futbolista tiene todo eso en cuenta, pero a mí no me influyó porque conozco la manera de pensar y la forma de manejar un vestuario que tiene este cuerpo técnico. Tenía claro que el buen rollo se iba a instaurar esta temporada y también tenía referencias muy buenas del club.
¿Crees que a Garitano le está costando conectar con la gente?
No creo que sea cuestión de conectar. Es cierto que a lo mejor es un entrenador que no tiene un caché de técnico grande y que no lleva veinte años dirigiendo a equipos de élite. Quizás por ahí puedan existir algunas dudas, pero al final todos somos responsables y lo que más nos está costando ahora mismo es ver portería. Eso es algo en lo que tenemos que acertar nosotros y no el entrenador. Siempre es más sencillo echar la culpa al técnico que a los jugadores.
¿Cómo ves al Sevilla?
La verdad es que al principio tenía mis dudas, tanto del Sevilla como del Villarreal. Los dos me han sorprendido para bien. Son dos equipazos y del Sevilla me encanta ese ímpetu que le pone a cada partido. Es un equipo con ganas al que se le une una calidad tremenda con Vitolo, Nasri, Vietto, sus laterales. Son muy completos pero tenemos que llevar el partido a nuestro terreno. Si ellos corren y pelean nosotros tenemos que hacer eso y un poquito más. El año pasado ganamos al Atlético porque estábamos muy encima de ellos en todas las jugadas. Esa es la clave para ganar este tipo de partidos.
También es un equipo con un importante poder a balón parado.
Bueno, este año creo que el Dépor ha mejorado en ese aspecto. De todas formas creo que este tipo de jugadas si se defienden con muchas ganas y disciplina se pueden solventar. Hay que ser agresivo, fuerte y estar muy pendientes de la marca.
¿Por qué le cuesta tanto al equipo jugar fuera de casa?
Hasta el parón creo que fuera de casa no hemos estado bien sobre todo a la hora de generar ocasiones arriba. Sacamos puntos delante de Betis y Alavés pero luego hemos tenido salidas difíciles. En el Calderón llegó esa expulsión y luego jugamos en Barcelona y Vigo. Ante el Celta fue un partido raro y creo que hasta el minuto sesenta no estuvimos mal, pero el penalti nos mató. Ese partido nos enrabietó y creo que contra el Valencia dimos un paso adelante. En Granada pasó lo que pasó, pero es cierto que hay que empezar a sumar de tres en tres.
Desde fuera se te ve una persona muy pasional y que empatiza rápido con el lugar en el que está, ¿fue tan duro perder el derbi?
Sí. A mí desde pequeño no me ha gustado perder a nada. Cada partido que perdía cuando era pequeño, e incluso hasta que he sido bastante grande, he llorado por perder. Y a veces me sigue pasando. Es verdad que delante de la gente o en público puedes mantener la imagen pero cuando llego a casa se me han caído las lágrimas alguna que otra vez. A mí me duele, me duele perder partidos importantes y en los que crees que puedes hacer más. Además, soy muy exigente conmigo mismo y si cometo algún fallo individual me voy muy jodido. El derbi fue un partido extraño y muy duro, tanto para nosotros como para los aficionados por esa rivalidad existente.
Ese carácter que tienes también provoca que hables siempre muy claro.
Sí. La verdad es que no me gustan nada los tópicos y siempre hablo de lo que siento. Lo intento hacer siempre con el máximo respeto. El hecho de ser futbolista no te hacer ser una persona intocable. Yo soy un ciudadano más y digo las cosas tal y como las siento.
Y has sido una de las voces más críticas por las actuaciones arbitrales. ¿Te gustaría tener más compañeros que hablaran como tú en ese sentido?
Yo no digo las cosas para que los árbitros nos beneficien o piensen que lo hago por meter mierda. De verdad te digo que yo vivo el fútbol así. Me levanto cada mañana y me ilusiona pensar en el entrenamiento. Trabajo toda la semana para preparar un partido en el que tanto tú como el aficionado te exige el máximo y es cierto que con tantas decisiones en contra llega un punto en el que explotas. Si yo fallo varias veces me voy a la grada. Sé que hay árbitros a los que se les sanciona pero a mí lo que me cabrea es que haya reglamentos o criterios diferentes según el árbitro. Eso a mí me afecta en el día a día. Hay fallos lógicos y que entiendo perfectamente porque todos los podemos cometer pero como te dije antes, siempre digo lo que siento. Y no es una excusa porque si te escudas sólo en los fallos, en el pasado y en el “es que”, mala señal, porque el “es que” no juega. Los árbitros han fallado y nosotros debemos seguir adelante, pero me gusta expresar las ideas que tengo y siento.
Por tu forma de pensar supongo que si ves a un compañero apático, explotas.
Sí. Yo siempre digo las cosas. Evidentemente elijo los momentos y las formas de decir las cosas porque soy incapaz de callarme. Tengo claro que cada persona es diferente y yo tampoco sé si mi manera de ver el fútbol y de actuar es la más correcta o no, pero el hecho de ir a por cada balón como si fuera el último, para mí es clave. Da igual que sea mi mejor amigo o no, tengo claro que siempre que lo sienta voy a animar o corregir a un compañero.
Para mí es clave ir a por cada balón como si fuese el último
Pero entonces existe la apatía dentro del fútbol.
Evidentemente. Más allá de la apatía, hay gente que lo vive más y otros que lo viven menos. Yo he tenido el mejor maestro posible y ese es mi padre. Él nunca fue futbolista pero siempre me ha dicho frases que me han calado y las he tenido muy presente toda mi vida, tanto en lo profesional como en lo personal. Él siempre fue muy currante y aprendí muchísimo. Sé que no tengo las mejores cualidades futbolísticas del mundo pero la actitud y el sacrificio me han llevado a donde estoy hoy en día.
¿Quizás el dinero transforma a algunos futbolistas?
Sí. Hay gente que cambia, aunque creo que suele darse más en jugadores que lo han tenido fácil a la hora de llegar a la élite. Creo que la gente que se lo ha labrado desde abajo es más consciente de lo que cuesta llegar arriba. Yo he estado cinco o seis meses sin cobrar y he tenido la ropa húmeda antes de entrenar. He vivido todas las situaciones del fútbol y por eso valoro mucho llegar donde he llegado. No soy un vendemotos, tan solo hablo de lo que he vivido. El fútbol es muy cambiante y tan pronto estás arriba como abajo.
Riazor y su afición. Háblame de ella.
La verdad es que venía de una afición fiel y no conocía bien a la del Dépor. Tengo que reconocerte que me ha sorprendido para bien. En los partidos más complicados que hemos tenido han estado a muerte con nosotros y eso es muy positivo. Si prensa, afición, cuerpo técnico, directiva y jugadores no estamos juntos, le estamos dando de comer al rival. Si yo estoy en la grada y solo me dedico a criticar es peor. Ya habrá tiempo de corregir o expresar opiniones pero en los noventa minutos siempre hay que apoyar y la afición del Dépor eso lo tiene. El día del Sporting fue espectacular y ese gol de Babel fue increíble.
¿Cómo te ha acogido la ciudad?
La verdad es que genial. La gente es muy amable y respetuosa. Ahora con niños es cierto que es un poco complicado con el clima pero por ahora hemos tenido suerte y estamos muy a gusto. Vivimos en el centro y estamos encantados. A mí me gusta vivir la ciudad en sí. Me gusta el trato directo, ir a la carnicería del barrio, la panadería, son cosas que me gusta mucho tener y vivir.
¿Qué hobbie tiene Albentosa fuera del fútbol?
Ahora con los niños tan pequeños casi merecen atención constante. La semana pasada es cierto que estuvieron mis padres y así pudimos disfrutar mi mujer y yo del cine, que es una de las mayores pasiones que tenemos. Pero ya te digo que vivo con una dedicación muy grande a mis hijos y disfruto mucho de ellos.
Y eres un amante de los tatuajes.
La verdad es que sí. Cada uno de ellos tiene un significado muy especial para mí. Me los hice siendo mayor cuando pude costearlos. Están muy relacionados con mi familia porque soy un hombre extremadamente apegado a ellos. Siempre me han apoyado en todo y siempre han estado cuando les he necesitado.