Óscar Cano hizo una reflexión sobre la presión en el mundo del fútbol y en la plantilla del Deportivo en general. Además, apostó por quedarse con «lo que está por hacer» y no lamentarse por lo que sucedió meses atrás. Añadió que la «exigencia que se nos marca es una presión que si se sabe manejar es favorable. Se crece mucho cuando hay presión», explicó en su presentación como nuevo entrenador herculino.
«Siento mucha presión cuando mis hijos están malos, eso sí me presiona porque no sé si mi mujer me cuenta toda la verdad o no para que no sufra. No sé lo que ocurre y con eso se sufre. Llevo más de veinte años entrenando, nunca he estado en un club de esta dimensión pero estoy acostumbrado a manejar situaciones desde bien joven. Siendo casi un niño he estado en el Granada, en Los Cármenes, aunque no dirigí al primer equipo en el Betis también hay presión, En Castellón he estado con más de 14.000 socios, en el Salamanca también… creo que estoy preparado. Más dificultades habría en un equipo de la zona baja, con pocos medios, con pocos recursos. Llegas aquí y todo son facilidades. Hay una ciudad deportiva, una plantilla con muchos de los mejores jugadores de la categoría, eso te prepara para entrenar de la mejor manera posible».
El trabajo mental con la plantilla del Deportivo
El propio Óscar Cano explicó que «necesitamos que el jugador se sienta seguro para que no se precipite. Vamos a generar un ámbito futbolístico en el que cada jugador esté con esa seguridad que te da ver compañeros cerca, que generen seguridades y esos niveles de estrés vuelvan al estado normal que permite al talento expresarse».
Destacó que «el hecho de tener que ganar sí o sí también genera en el entorno esa sensación de que el gol tiene que aparecer ya. Eso se lleva al campo, del campo a la grada… no digo que haya que dar 35.000 pases, pero tenemos que ir acorde a lo que el juego te vaya dando. Cuando haya que jugar lento, habrá que jugar lento. Cuando haya que ir rápido, jugaremos rápido. El jugador tiene que bajar los niveles de aceleración, angustia y que vea que la exigencia que se nos marca es una presión que si se sabe manejar es favorable. Se crece mucho cuando hay presión».
La forma de convencer a la afición
«Es indisociable lo emocional de lo futbolístico. Hay una expectativa y hay que asumirla, no podemos obviar que en esta sala de prensa hubo gente importante como Irureta, Arsenio… en el vestuario campeones del mundo. El peso lo llevamos, pero tenemos que hacerlo lo suficientemente bien para que desde Abegondo se generen razones a través de las cuales esta energía sea favorable. Nadie sale de casa con la bufanda del Dépor para venir a Riazor y hacer algo malo. Todos vienen con la predisposición de animar, tenemos que darles razones para que esa energía sea favorable. No sé por qué se le da transcendencia a la presión, son mis aficionados con mi camiseta. Tiene que ser un valor añadido. Lo es todas partes, imagina en este club».
Óscar Cano y el pensamiento positivo
«Tenemos dos posibilidades, quedarnos con que a falta de siete minutos estábamos en Segunda, que con una puntuación excepcional se descendió, con el penalti de Djukic y todo lo que forma parte de la historia… pero yo prefiero quedarme con lo que está por hacer. Eso es una herramienta impulsadora, como que tenemos una gran plantilla, más de 23.000 socios, nadie juega donde nosotros. Nadie tiene la posibilidad de cambiarse diariamente donde lo hicieron Jabo, Arsenio, Fran, Valerón… eso tiene un valor».
Agregó que «hay que pensar en positivo, lo demás no lleva a ningún lado. Nos lleva al camino peligroso que es arroparse con la melancolía, tristeza, lo que pasó, acaba siendo una excusa de todo lo que el mundo habla y repite».