El Deportivo espera haber tocado fondo el pasado sábado en el Nuevo Vivero. Y para asegurarse de que eso sea así, Borja Jiménez prepara una especie de revolución para el duelo del sábado con la Cultural Leonesa. Especie de, revolución con asterisco… todos los matices son aceptados, ya que aunque se esperan muchos cambios con respecto al once que cayó en Badajoz, (puede que hasta seis) el resultado final apunta a una vuelta a las raíces.
Regresar a lo que funcionó. A lo que colocó al Deportivo como líder y le permitió estar cuatro meses sin perder. Ese 4-3-3 con Quiles acompañando a Miku como falso extremo. Y con William de Camargo dando toda la profundidad posible desde la banda izquierda. De este tridente, sólo el venezolano salió de inicio hace unos días, a pesar de que los otros dos han sido también los atacantes con más participación durante los mejores momentos del curso.
De Vicente y Granero, las otras caras para buscar la reacción
En el centro del campo también se esperan cambios. Juergen ha sido la única pieza inalterable y así parece que seguirá siéndolo. Volverá Bergantiños a la medular tras dos partidos fuera para volver a dar equilibrio, mientras que la gran novedad tiene el nombre de Rafa de Vicente. El andaluz sólo ha sido titular en cuatro encuentros, el último en la jornada 9 en El Sardinero. Su capacidad de ida y vuelta, además de su llegada y disparo de media distancia completarían el trivote.
En la retaguardia nadie discute a Mackay y Lapeña, otros de los fijos para Borja Jiménez. Todo lo demás puede cambiar si lo comparamos con lo del sábado. Granero, que ya entró en el descanso ante el Badajoz, puede ser el nuevo compañero de zaga para el riojano. Héctor Hernández volvería al lateral para intentar recuperar su mejor versión y la gran incógnita está en el lateral derecho. Trilli no se entrenó este martes y el que ocupó su puesto en los ensayos fuer Diego Villares, que cambiaría de nuevo su posición al costado como solución de emergencia.