El Dépor concretó a mediados de esta semana su quinto fichaje del verano. Procedente del Alcorcón llega al Deportivo Roberto Olabe, un centrocampista que, por similitudes, apunta a uno de los reemplazos del añorado Juergen Elitim. Pero, ¿realmente es el vasco un futbolista tan parecido al colombiano?
En primer lugar, cabe hacer un esbozo acerca del tipo de futbolista que ficha el Dépor. A través de los datos (recogidos de Wyscout), estableceremos varias clasificaciones que permitan situar a Olabe en el contexto de los centrocampistas de Segunda División el pasado curso.
En aspectos relativos a la construcción, vemos cómo el nuevo futbolista del Deportivo tuvo peso en el juego ofensivo de un conjunto alfarero que no rehuía la posesión, pero tampoco amasaba la pelota. Olabe fue el segundo centrocampista de su equipo (los círculos amarillos corresponden a los jugadores del Alcorcón) con una media de participación más alta en el circuito asociativo.
Sin embargo, su precisión se situó por debajo del promedio de la categoría. ¿Por qué? Porque arriesga. Así se demuestra en el segundo gráfico, en el que Roberto se destaca entre los centrocampistas de carril central con más pases en último tercio de campo y más pases progresivos (hacia delante para hacer que el equipo gane metros).
Además, el exfutbolista del Alcorcón tiene recursos para buscar soluciones con balón sin asociarse. Y es que el vasco no duda en conducir para salir de presión o progresar. Su capacidad para salir impune de situaciones de incertidumbre no se basa tanto en el regate. Más bien lo hace en la potencia en los primeros metros o su buena habilidad para trasladar la bola en distancias no demasiado largas.
Sin embargo, si estas cualidades le permiten ser un activo muy interesante en la fase de construcción, es en la zona de finalización donde Olabe deja a deber. Porque el mediocentro promedió apenas 0,54 chuts por cada 90 minutos el pasado curso. La media es de las más bajas de la categoría.
Se podría achacar a un contexto alfarero que no le permitía llegar, pero no. Porque es cierto que el vasco bailó principalmente entre el doble pivote y la posición de interior izquierdo en el caso de que su equipo se estructurase con tres centrocampistas. Pero como volante sí tenía libertad para descolgarse. Y además, sus cifras de remate y gol han sido bajas durante toda su carrera.
Este aspecto lo compensa con su habilidad para encontrar hombres libres también en las zonas calientes. Su alto porcentaje de pases en último tercio se corresponde con una interesante media de asistencias a chut de un compañero (0,85). Y eso pese a no haber sido el dueño del balón parado alfarero.
El momento sin balón, la gran mejora
Si con balón Roberto Olabe presenta un perfil interesante y con semejanzas a Juergen, es en el momento sin balón donde el Deportivo recluta un valor ‘superior’. Porque pese a su poco más de 1,75, el vitoriano posee una buena carrocería que le hace no rehuir duelos. Olabe fue uno de los centrocampistas que más duelos defensivos promedió el pasado curso en Segunda. Y aunque su porcentaje de acciones ganadas estuvo algo por debajo de la media, sobresalió muchísimo en el juego aéreo. Pocos medios hubo mejores que Roberto en cuanto a las disputas por alto, pese a que su estatura podría indicar lo contrario.
A este buen hacer sin balón le ayuda el físico pero, sobre todo, su interpretación del juego. Olabe sabe cuándo ‘saltar’ a la presión y cuándo quedarse. Cuándo entrar y cuándo temporizar. Y eso le hace ser un futbolista con un número de interceptaciones por encima de la media.
Juergen y Olabe, sí pero no
De este modo, retomamos la pregunta inicial. ¿Es Roberto Olabe el reemplazo ideal de Juergen Elitim en el Deportivo? La respuesta, siempre sujeta a interpretación, no puede ser más gallega: sí y, a la vez, no. Si Borja Jiménez quiere una copia ‘exacta’ del de Cartagena de Indias, no. Si busca un futbolista similar, pero con rasgos más ‘verticales’ y una mayor solvencia defensiva, sí.
En el gráfico de tipología de pases vemos cómo Juergen era un futbolista que ‘amasaba’ mucho más el balón en el Dépor de lo que Olabe lo hacía en el Alcorcón. Elitim participaba más, pero en ocasiones no aceleraba el juego. Con el beneficio, eso sí, de darle una extrema seguridad a la circulación.
Así, Roberto Olabe se asemeja a Juergen en su lateralidad zurda. Algo que le hace tener querencia por jugar mucho más acostado a ese perfil. Y, por tanto, pisar coordenadas muy similares a las de Elitim en el Dépor. Esas semejanza en la pierna hábil se acrecienta todavía más en la ejecución de pase. Ambos tienen capacidad para jugar en corto, en envío medio y en largo. Por precisión y por visión. Y además, su talento para proteger la pelota les hace sobresalir. Aunque Elitim utilice en este sentido recursos mucho más plásticos.
Por lo tanto, al Deportivo llega un futbolista completo para el interior izquierdo. Quizá no tan determinante como Juergen a la hora de administrar juego. Pero sí con más querencia por la verticalidad y un mayor grado de facultades defensivas. Porque si no puedes igualar lo que pierdes, lo lógico es evolucionar y buscar algo parecido, pero diferente. Y complementarlo, a su vez, con otro ‘pelotero’ como Isi Gómez.