Roy Makaay es, sin lugar a dudas, una de las figuras más destacadas de aquel EuroDépor que a muchos hizo soñar. El ariete holandés también defendió la zamarra del club tinerfeño durante dos temporadas.
Desgarbado y con una capacidad demoledora en el área. Rudolphus Antonius Makaay tenía un único objetivo en mente cuando recibía el esférico: la pelota tiene que llegar al fondo de la red. La antítesis del preciosismo de Diego Tristán pero pragmático y efectivo. Su idilio con el gol le llevó a conquistar la “Bota de Oro” en 2003, convirtiéndose con 29 dianas en el máximo artillero de las ligas europeas.
Su llegada a tierras herculinas se produjo tras el descenso del Tenerife a Segunda División. Siete tantos en su primera campaña como jugador insular y catorce en la segunda avalan su estadía en el conjunto chicharrero. El delantero buscaba crecer futbolísticamente y demostrar su valía. Primer partido defendiendo los colores blanquiazules, primer hat trick ante el Deportivo Alavés. Veni, vidi, vici, como Julio César.
El Deportivo se proclamaba campeón de Liga con 69 puntos con 26 goles de Roy Makaay, el ariete había entrado por la puerta grande. Llegarían las noches de Champions League a la ciudad herculina, sin embargo la precisión y la templanza no abandonaron al siete blanquiazul. Real Madrid, Juventus o Bayern de Munich, entre otros, conocen la sangre fría del ‘killer’ holandés.
Roy Makaay, Diego Tristán y Valerón. Una delicatessen para todos aquellos que amen el deporte rey. Presentadas ya sus credenciales, no le faltarían pretendientas al pragmático futbolista procedente del Vitesse. Sería finalmente el Bayern de Munich quien se haría con los servicios de “Das Phantom” tras cuatro temporadas brillando en el Deportivo.
No fueron los mejores años de la actual apisonadora bávara, pero Makaay seguía su camino particular: autor del gol más rápido de la historia de la Champions League ante el Real Madrid en octavos de final –a los diez segundos-; el tanto número 3000 del Bayern en la Bundesliga lleva su firma. Tras cuatro temporadas en Alemania regresa a la Eredivise de la mano del Feyenoord Rotterdam, donde decide poner punto y final a su trayectoria futbolística. Eso si, el punto final lo puso como el mejor sabe: dirigiendo el balón al fondo de la red en tres ocasiones.
Esta noche el fantasma de Roy Makaay volverá a Riazor y quizás alguno murmure entre sonrisas aquel “Roy Makaay, te quiero”.