Endika Río, periodista de Mundo Deportivo edición Bizkaia, nos traza un perfil del último fichaje del Deportivo, Sabin Merino. Así es el atacante que ha llegado para reforzar el equipo de Fernando Vázquez.
Dos caminos de necesidad que se unen. El de un Deportivo que anhela goles para escapar de la pesadilla en la que vive en la presente temporada en Segunda y el de un Sabin Merino (Urduliz, 4-1-1992) que lleva varios años sin gozar de la continuidad deseada. Ni en el Athletic ni en el Leganés. Sirva como dato que su tope de minutos en las tres últimas temporadas está en 671.
Aumenta la conexión rojiblanca en Riazor. Bóveda, Aketxe, Nolaskoain y ahora Sabin Merino. Con 28 años recién cumplidos, se podría decir que la presencia en la élite del último fichaje del Deportivo ha seguido un proceso de efervescencia. Irrumpió con fuerza, pero ha ido perdiendo gas con el paso del tiempo. Cierto es que no le ha acompañado la fortuna en materia de lesiones.
Sabin dio el gran salto en Lezama en el ejercicio 2014-15. Firmó 18 goles y fue una pieza clave para que el Bilbao Athletic lograse un histórico ascenso a Segunda División. Un salto que fue doble. Tanta producción ofensiva no pasó desapercibida para Ernesto Valverde, que reclutó al de Urduliz para la primera plantilla. Tuvo un estreno soñado. Debutó como león en Bakú en una previa europea sentenciada y, una semana más tarde, deslumbró como titular en San Mamés en la Supercopa que fue a parar a las vitrinas bilbaínas. Le hizo un traje a Dani Alves en el 4-0 que le endosó el Athletic al Barça.
Sabin fue dejando destellos a lo largo de la temporada. Acumuló 38 partidos entre todas las competiciones y 7 tantos. De vital importancia el que firmó ante el Olympique de Marsella para desatascar en los últimos minutos, nada más entrar en el terreno de juego, una eliminatoria de 1/16 de Europa League que se iba a la prórroga.
Pero luego perdió impacto y quedó a la sombra de Aduriz, Raúl García o Williams. Los problemas físicos empezaron a llamar a su puerta. Uno detrás de otro. Hombro, rodilla, pubalgia, molestias musculares derivadas de todo lo anterior… No le permitieron levantar cabeza. Tampoco se pudo reenganchar con la cesión al Leganés de la temporada pasada. En mayo de 2019 se desvinculó definitivamente del Athletic y recaló de nuevo en Butarque. Allí fue el máximo goleador pepinero en pretemporada, aunque no fue suficiente. Ni con Pellegrino ni con Aguirre.
Sabin tiene alma de delantero, sin embargo pocas veces ha ejercido como principal referencia ofensiva. Ni siquiera cuando hizo 18 goles con el Bilbao Athletic. Ha acostumbrado a moverse por banda, sobre todo por la izquierda en el primer equipo rojiblanco para explotar su poderosa zancada. Si consigue aproximarse al nivel mostrado en el año de su debut en Bilbao, será un gran refuerzo para el actual Deportivo.