Los coruñeses se dejan remontar un 0-2 y permiten que Eibar, Las Palmas y Murcia recorten distancias en la tabla. El Mallorca, a solo un punto del descenso.
Después del contundente 0-3 de la jornada pasada, el Deportivo parecía haber aprendido la lección cuando Ifrán y Pablo Insua abrieron el marcado en Lugo. Sin embargo, un doblete de Rennella selló las tablas en el derbi gallego y permitió que el Eibar se colocase a tan solo dos puntos del liderato gracias a los dos tantos de David Mainz frente al Mallorca. Además, otras dos dianas de Vicente Gómez acercan a la UD Las Palmas a solo siete puntos de los coruñeses, ya que permitieron a los insulares dejar en anecdótico el gol de Paco Montañés para el Zaragoza.
Por otro lado, tanto el Tenerife como el Barcelona B sufrieron unas sorprendentes derrotas por la mínima ante Girona y Córdoba, propiciados por las conversiones de Jandro y Dávila respectivamente. Pocas alegrías hubo también en el 0-0 del Recreativo-Numancia y en el 1-1 del Castilla-Jaén, ya que el marcador no sirve para las aspiraciones de ninguno de los cuatro combinados; en este último, Lúcas Vázquez abrió la lata para los merengues, mientras que Óscar Rico empató minutos después.
Por otra parte, un cabezazo de Babin dio los tres puntos al Alcorcón ante un Sporting de Gijón que, después de semanas de especulación, cesó a José Ramón Sandoval; su puesto lo ocupará un clásico como Abelardo, hasta ahora míster del filial asturiano. La misma fortuna corrió el Alavés, que a pesar de haberse adelantado en el electrónico por medio de Samuel, vio cómo una enrachada Ponferradina le remontó debido a los goles de Fofo y Acorán en la segunda mitad.
En cuanto al partido con más goles de la jornada, ese fue el Hércules-Murcia, que dejó un vistoso 2-3 que deja muy tocado al club alicantino, colista de la Liga Adelante; Saúl, Molinero y Kike García inutilizaron las materializaciones de Assulin y el excéltico De Lucas. Por último, cerró el fin de semana el Mirandés-Sabadell con un entretenido 2-2 en el que Cristian García y Aníbal impidieron que los goles en propia meta de Crespí y Llorente sirviesen para dar una alegría a la hinchada local.