El Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid ha reanudado este miércoles el juicio del Caso Jimmy con 82 acusados por la pelea entre miembros del Frente Atlético y Riazor Blues ocurrida la mañana del día referido antes del partido entre ambos equipos de fútbol en noviembre de 2014. En él, varios testigos han descrito como un auténtico escenario de “guerra” la reyerta entre ultras en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón que terminó con el asesinato de Francisco Javier Romero, Jimmy.
Setenta de los acusados cerraron el pasado viernes un acuerdo de conformidad con la Fiscalía -que pedía en sus conclusiones provisionales penas de entre nueve y 31 meses de cárcel- por la que cuatro de ellos aceptan un año de prisión, otros dos procesados nueve meses, seis una multa de 2.160 euros y el resto una de 1.080 euros. De esta forma, el juicio sigue por supuestos delitos de riña tumultuaria, atentado a la autoridad, lesiones y tenencia ilícita de armas para once acusados, ya que uno está en paradero desconocido.
En esta vista se está enjuiciando una pieza del caso diferente a la seguida por la muerte de Jimmy, que está pendiente de que la Audiencia Provincial de Madrid decida si confirma el archivo decretado por la jueza de instrucción, que no encontró indicios suficientes para procesar a persona alguna concreta.
En la sesión de este miércoles ha testificado el dueño de un bar que ha recordado que alrededor de un centenar de seguidores del Deportivo iban andando por la avenida de Manzanares y entraron en el local donde casi todos pidieron botellas de cerveza. Ha añadido que en un momento comenzaron a coger sillas de dentro del bar y de la terraza, metieron petardos dentro de las botellas, las tiraron y salieron corriendo.
El testigo ha relatado que ya en la calle cogieron unos palos y unos tubos redondos huecos en los que metían petardos, que salían a una gran velocidad y “empezó la guerra”. “Vi a mucha gente pegándose y en concreto a un hombre en el suelo al que le estaban dando patadas”, ha agregado el testigo, que ha explicado que decidió bajar las persianas y cerrar la puerta del establecimiento para evitar daños a los clientes que se encontraban aún dentro del mismo.
También ha testificado un seguidor del Deportivo que ha relatado que viajaron en autobús hinchas del equipo gallego que no son ultras y miembros de Riazor Blues. Ha añadido que cuando se encontraba en el bar comenzó a oír gritos ante lo que salieron del local y vieron cómo acudían hacia ellos “una cantidad enorme de ultras del Atlético, la mayoría armados con objetos cortantes como cuchillos o machetes y algún hierro y se produjo una reyerta entre todos que duró muy poco”. “Yo tenía 19 años, era mi primer viaje para ver a mi equipo fuera de la ciudad, no pertenezco a los Riazor Blues, inicialmente me quedé bloqueado y luego empecé a correr”, ha narrado este testigo.