Días intensos en el apartado económico para los dos clubs gallegos de Primera División. Mientras el Celta de Vigo parece estar a punto de pasar a manos asiáticas, con la venta del paquete accionarial del presidente Carlos Mouriño a un holding chino, el RC Deportivo busca fórmulas para refinanciar su deuda y afrontar su pago en condiciones más cómodas. El diario As adelantó que la intención de la directiva blanquiazul es hacerlo a través de bancos y no de fondos de inversión, una idea que ha confirmado el presidente Tino Fernández.
«Es una opción que está ahí, es cierto. Miramos al mundo del dinero y hay muchas posibilidades en él. Lo estamos mirando y creo que lo vamos a conseguir», ha explicado el mandatario deportivista, en declaraciones al propio diario As. Tino asegura que para la entidad no existe la «urgencia» de alcanzar un acuerdo en este sentido, aunque al mismo tiempo reconoce que cerrarlo mejorará «la competitividad en un futuro».
Para tranquilizar a la afición del Dépor, el dirigente deja claro que esta vía no tiene «nada que ver» con la elegida por su homónimo celeste. Los propietarios de la entidad herculina seguirían siendo sus accionistas, dado que los acuerdos con los bancos no estarían relacionados con paquetes accionariales. Desde hace poco más de un mes está en marcha la última de las cinco fases de la ampliación de capital del club coruñés, que permite a cualquiera adquirir hasta 1.500 acciones antes de enero de 2017.
Entretanto, el todavía presidente del Celta Carlos Mouriño está a punto de traspasar el 52% de las acciones del club a un holding chino, a cambio de una cifra en torno a los 100 millones de euros. Una delegación de ocho miembros de la compañía ha pasado los últimos días en Vigo para visitar las instalaciones de A Madroa y Balaídos, así como la sede céltica sita en la calle Príncipe. El anuncio de la venta podría ser, según informan medios de la ciudad olívica, inminente.