El Dépor se quitó toneladas de presión ante el Málaga con tres puntos que valen media permanencia. No fue un encuentro brillante de los coruñeses, que volvieron a mostrarse nerviosos y atenazados ante un rival que vino a Riazor a esperar el fallo local. La diferencia con el día del Granada fue que esta vez los de Mel sí acertaron en sus dos llegadas que permitieron sumar tres puntos de oro.
Si Pepe Mel se quejaba de que el equipo había regalado media hora ante el Granada, contra el Málaga hizo lo propio con los primeros 45 minutos. El ritmo del encuentro fue propio de estas fechas, con ambos equipos intentando llegar al área contraria a paso de procesión y sin más intención que dejar pasar el tiempo. Se entiende en el caso del Málaga, que tras dos victorias alcanzará la permanencia con poco que sume hasta el final. No tanto en el caso de un Dépor que sigue sin jugar con la urgencia que se le presupone para su posición en la tabla.
Y quizá lo peor no sea esa falta de tensión, sino la pobreza de recursos que muestran sus jugadores cada vez que tienen el balón, sobre todo cerca del área. Porque los problemas en la ejecución de acciones tan simples como un centro al área son graves, con la mayoría de balones quedándose cortos, incluso en el balón parado. El único disparo a puerta fue tras una recuperación en campo contrario, pero el intento de Carles Gil salió muy centrado. Lo mismo le ocurrió a los visitantes, que apenas sufrieron, pero tampoco se asomaron demasiado al área de Lux, que desbarató la única llegada peligrosa firmada por Juankar.
El encuentro cambió nada más salir de los vestuarios. En el primer centro bueno que el Dépor logró meter en el área, Joselu le ganó la partida a su marcador para batir a Kameni con la cabeza. No le hizo falta al conjunto blanquiazul acelerar. De hecho, tras el gol volvió a un estado de reposo apoyado en el mensaje de Mel, que sacó al delantero gallego por Andone y a Bruno por Mosquera para nadar y guardar la ropa.
Míchel también reaccionó. Desmontó la línea de cinco defensas para poner dinamita en las bandas con Jony y Keko, pero es difícil enchufar a un equipo que después de pelear abajo todo el año se ve salvado. El gol serenó al Dépor, que por primera vez en el encuentro fue capaz de trenzar pases en campo contrario. Andone tuvo la primera nada más entrar, pero se encontró con Kameni. El meta no pudo hacer nada minutos después, en un buen centro lateral de Juanfran que no acertó a rematar Carles Gil, pero que si pescó Mosquera para dar aún más tranquilidad a los locales.
En los últimos minutos el equipo supo jugar con el tan demandado oficio y se mostró muy seguro a la hora de contener las ofensivas andaluzas. Camacho metio el miedo en el cuerpo con un disparo que dejó el larguero temblando, pero la suerte estaba esta vez del lado deportivista.
FICHA TÉCNICA
RC Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Luisinho; Guilherme, Borges; Bruno Gama (Mosquera, min.63), Carles Gil, Kakuta (Ola John, min.82); Joselu (Andone, min.59).
Málaga CF: Kameni; Rosales, Llorente, Luis Hernández (Jony, min.59), Mikel; Camacho, Recio (Charles, min.70); Chory Castro (Keko, min.59), Fornals, Juankar; Sandro.
Goles: 1-0: Joselu (min.47). 2-0: Mosquera (min.67).
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó con tarjeta amarilla a Guilherme, Arribas y Carles Gil en el Dépor y a Recio, Luis Hernández, Keko y Camacho en el Málaga.
Incidencias: Partido disputado en el estadio de Riazor, correspondiente a la 32ª jornada de LaLiga Santander. En el descanso el club le rindió un emotivo homenaje a Mauro Silva.