Manuel Pablo recibió el pasado sábado una atronadora ovación del nuevo San Mamés cuando fue sustituido por Salomão . Su ejemplar carrera no pasa desapercibida en ningún estadio.
Corría el minuto 64 del partido ante el Athletic cuando Víctor Sánchez del Amo decidió dar mayor profundidad a la banda izquierda en busca del ansiado gol del empate que no terminaba por llegar. Fue en ese momento cuando ingresó en el terreno de juego Diogo Salomão entrando en el lugar del veterano capitán Manuel Pablo, y fue en ese instante también cuando la grada de San Mamés no dudó en despedir con aplausos a un futbolista que años atrás estuvo entre los mejores de Europa en su posición.
Manuel Pablo García (Arucas, Gran Canaria; 25 de enero de 1976) está afrontando esta campaña su 17º temporada con la entidad deportivista. Su llegada a A Coruña en 1998 como parte de la operación en la que Lendoiro logró cerrar la contratación del delantero ‘Turu’ Flores fue sin duda una de las más rentables para la entidad coruñesa. En agosto del año 2000 debutó como internacional absoluto con el combinado español que dirigía Camacho, y su envidiable rendimiento no pasó desapercibido tampoco para un Real Madrid que trató de hacerse con sus servicios en ese mismo verano.
El máximo dirigente del equipo blanquiazul de aquel entonces rechazó su salida hacia Madrid, pero el lateral en ningún momento presionó en busca de una oportunidad en la capital española. Para su desgracia y la del Deportivo, en septiembre de 2001 el canario sufrió una gravísima lesión ante el Celta de Vigo en la que se partió la tibia y el peroné. Sin embargo, logró recuperarse y a día de hoy es el futbolista más veterano de la Liga BBVA. Su humildad y su capacidad de sacrificio son admiradas en gran parte de los campos de España, y el pasado sábado la afición de Bilbao dio buena muestra de ello.