El tiempo pasa rápido, muy rápido. Tanto, que hace ya 14 años que Walter Pandiani (Montevideo, Uruguay, 27 de abril de 1976) abandonó A Coruña y 3 que decidió colgar las botas. Dijo adiós para iniciar una nueva etapa en los banquillos. Y no se arrepiente. Ilusionado con lo que viene por delante, anhela una oportunidad para poder dirigir desde la banda. Cada vez que menciona el tema, lo hace con la misma pasión que cabeceaba un centro a balón parado.
La primera es obligatoria. ¿Qué tal estás?
Muy bien, contento, tranquilo, esperando alguna propuesta para esta temporada, para entrenar. Y pendiente lógicamente de viajar para estar en el campo animando en Riazor.
¿Cómo es la nueva rutina de Walter?
Estuve entrenando estas dos últimas temporadas en juveniles. Al principio del verano, en junio pasado, estuve reunido con Lugo, Albacete, Córdoba… Con el Córdoba prácticamente tenía cerrada mi incorporación como entrenador del primer equipo. Pero al final, en el último momento, el presidente no lo quiso hacer por mi inexperiencia profesional, no se la quiso jugar. Después de tener todo acordado con el director general y con el secretario técnico, todo el tema económico cerrado… El último día, el día que nos iban a presentar, el presidente no lo quiso hacer. Y nos quedamos sin nada. Incluso teníamos algún equipo de Segunda B que rechazamos por estas posibilidades. Y en la 10ª jornada volví a coger al juvenil que tuve la temporada pasada. Acabé ahí el curso. Y ahora ya de vacaciones esperando posibilidades que hay y esperando que se pueda concretar alguna.
Hablabas de esa opción de entrenar al Lugo. ¿Qué había de cierto en aquellos rumores?
No, era cierto, era total. Estuve reunido con el presidente y con Viqueira, que era el nuevo director deportivo. Fuimos a comer a un lugar con mi representante y ellos, y no hubo un acercamiento. Estuvimos hablando, pero yo lo veía bastante difícil porque Emilio Viqueira era recién incorporado a la dirección deportiva. Y que él se decidiera por un entrenador sin experiencia, siendo nuevo en el club, lo veía complicado que eso se pudiera llegar a concretar. Pero el hecho de haber podido hablar con el presidente y estar reunido con ellos para mí ya es un paso adelante. Y era de esperar de que se decidieran por otro entrenador. Me escucharon, me atendieron y me tuvieron encantado de esa reunión que mantuvimos. Pero lo veía difícil.
Lo mismo me pasó con el Albacete. No así con Luis Oliver en el Córdoba. Yo estuve reunido un lunes con Luis Oliver en Madrid, y con mi representante. Y hablando de todo esto, después de haberse reunido con 5 entrenadores, él decidió que yo iba a ser el entrenador del Córdoba para esta temporada que acaba de pasar. Al día siguiente me hizo viajar con mi cuerpo técnico a Sevilla para reunirme con Dani Ramos, el secretario técnico del club, y viajé con mi cuerpo técnico allí. Y hablamos un poco más profundamente, el tema de pretemporada, etc. Todo ok, todo perfecto, arreglado el tema económico también. Eso todo era un martes, el jueves lo anunciaban de manera oficial, y al final el jueves nos bajaron el pulgar, el presidente no lo quiso hacer y ficharon a Francisco, que finalmente ni siquiera comenzó la temporada. Nosotros ahí estuvimos a la espera. Después tuvimos a tres cuartos de temporada a punto de fichar por el Extremadura también, que al final no se llevó a cabo, y nada, acabamos la temporada con el juvenil.
En alguna ocasión has llegado incluso a contactar con el Dépor, para la base, pero nunca cuajó.
Fue alguna conversación, pero nada claro, en ningún momento hubo ningún acercamiento claro. Espero tarde o temprano pueda suceder. Si fuera lo antes posible mejor, por el tema de que ahora mismo el primer equipo ya tiene su entrenador. Pero para el resto de categorías: filial, Juvenil A… Ahora sería el momento. Después de esta temporada ya va a ser difícil, porque ya tengo algunas propuestas de Segunda B. Y estamos esperando que acabe el play-off y en breve puede haber novedades ya de mi incorporación a algún equipo.
Walter Pandiani: «Tengo el título de director deportivo, pero yo soy entrenador»
Hablas de dirigir, pero también tienes el título de director deportivo. ¿No te atrae esa faceta?
No, no, tengo el título de director deportivo, pero yo soy entrenador. Me gusta la faceta de entrenador, estar dentro del campo, mejorar individualidades, mejorar colectivamente a los equipos. Soy muy temperamental, y el estado anímico de los futbolistas, por mi forma de ser y de trabajar, de ser tan cercano, le saco un plus bastante grande a cada uno. Mi futuro lógicamente está en los banquillos. Tengo el título de director deportivo porque está vinculado al fútbol y nunca se sabe, te pueden ofrecer algo que te pueda satisfacer. Pero mi idea es entrenar, me gusta estar en el campo y aportar toda mi experiencia y todo lo que he aprendido con los entrenadores que he tenido y con lo que he trabajado en la Federación Española también. Sé que puedo hacer las coas muy, muy bien en un equipo de fútbol.
Anunciaste tu retirada del fútbol en activo a los 40. ¿Qué te llevó a dar el paso?
Creo que era el momento porque justo salgo campeón de la liga suiza, momento idóneo para retirarme. Podría haber continuado en ese club, me lo habían pedido, sobre todo el entrenador, porque le he ayudado muchísimo en el vestuario y en el día a día, pero creo que era el momento. Además, a mí me faltaba el nivel 2 y el nivel 3 de entrenador, que justamente a final de esa temporada comenzaba en Las Rozas en esos cursos intensivos de la RFEF, y era el momento de engancharme en eso, sino después iba a pasar bastante tiempo. Por eso lo decidí. Estoy contento por haber podido acabar y haber hecho el curso de entrenadores en el mejor lugar posible.
¿Qué recuerdos se te vinieron a la cabeza el miércoles en Riazor? Presenció desde la grada el partido ante el Málaga.
Fui con dos amigos míos de toda la vida y hablando un poquito de la remontada, lo que salió en las conversaciones de ese partido fue la remontada del Paris Saint Germain. Fue un poco eso, haber dado la vuelta al partido. Nada que ver una cosa con la otra, ni lo que tenías en frente, ni la competición que se estaba jugando. Pero la remontada aquella en la que marqué yo el hat-trick, después de ir perdiendo 0-3, acabar ganando 4-3… Mucha gente también en el campo me hizo recordar que al haber estado yo allí en Riazor había generado una noche mágica nuevamente (risas).

Y este jueves volverás a estar en la grada.
Estaremos en la grada, ante un equipo que yo supe defender como es el Mallorca, en el cual yo jugué una temporada precisamente cedido por el Deportivo. Le tengo mucho cariño. Una vez, me tocó con el Mallorca eliminar al Deportivo de semifinales de Copa del Rey, marcándole dos goles en Riazor (risas). Son situaciones que se dan. Hubiésemos firmado a principio del play-off que se diera esta situación y que pudiese subir uno de los dos. Yo me sentiré alegre de que uno de los dos esté en Primera División. Es verdad que yo estuve 4 años en el Deportivo, he vivido tantas cosas importantes, he disfrutado tanto de la ciudad, y con todo, que lógicamente deseo que sea el Deportivo el que acompañe a Osasuna y Granada.
O sea que lo tienes claro. Entre Dépor y Mallorca, Walter va con el Dépor.
Por supuesto, por supuesto. Porque lógicamente es el equipo que me ha dado la posibilidad de entrar en Europa, me ha dado la ciudad muchísimo cariño, he disfrutado tantísimo dentro y fuera del campo de Coruña. Mi hijo pequeño nació en Galicia, nació en Coruña en el año 2000. O sea que no tengo ninguna duda sobre eso. Me alegraré también, si las cosas no se dan, de que al final sea el Mallorca el que logre el ascenso porque tengo cariño a ese club lógicamente. Pero deseo por todos los medios que el Deportivo este jueves pueda tomar una pequeña ventaja y el domingo sentenciar la eliminatoria y poder estar en Primera División.
Walter Pandiani: «Lógicamente deseo que sea el Deportivo el que acompañe a Osasuna y Granada»
Al margen de Peñarol, ¿el Dépor fue el equipo más especial de tu carrera?
Quizás sí, entre Dépor y Osasuna. Osasuna yo creo que es el equipo con el que más identifico como jugador, por mi forma de ser, por mi forma de ver las cosas. Creo que me identifico más con el Osasuna que con el Deportivo, y con el Mallorca, el Espanyol, todos los equipos en los que he estado. Más que nada por la garra de ese club, la forma de juego, la gente cómo transmite en el campo. Yo creo que me identifico más como jugador con Osasuna. Pero también estuve 4 años en Pamplona. También es el tiempo que lleva uno en el club. Pero son los dos clubes más importantes en los que he estado. Sobe todo porque el Dépor ha sido espectacular, años memorables, jugando Champions y ganando partidos importantes (PSG, Milan, Juventus..) marqué en todos esos partidos. En todas esas noches importantes, he marcado en todos los campos. Entonces el recuerdo y la admiración por el Deportivo es muy grande.
Volviendo al partido del jueves, ya se han vendido todas las entradas, ¿qué supone eso para un jugador?
Es un aliciente muy grande lógicamente. Una ciudad volcada 100% con el equipo, animando, sabiendo que son 180 minutos y que los 90 de Riazor son sumamente importantes sea cual sea el inicio del partido. Porque ya vimos el partido del otro día, con goles en contra se pudo dar vuelta gracias a la ayuda y apoyo de la afición. Saben que la afición de Riazor cumple un papel muy importante, y el jugador lo siente y eso en muchos casos ayuda a doblegarse en situaciones que se puedan dar en el partido. Va a ser una fiesta y esperemos que la afición también pueda empujar para marcar un gol en momentos puntuales del partido.
¿Cómo crees que llega el Dépor a esa final?
El Dépor bien por el último resultado, pero también el Mallorca. El Dépor entró en el ultimo momento a este play-off y ha ido creciendo paso a paso desde esa situación. Creo que no se puede decir quien es el favorito en un partido de estas características. No es un partido de liga, es una final, que sabes que no te juegas todo en este primer partido. Y que hay que leerlo bien, para poder tener posibilidades en los próximos 90 minutos en Mallorca. Son situaciones diferentes. Una final se vive completamente diferente, tienes que tener un buen día. Como tengas un día medianamente equivocado, se te puede caer la eliminatoria. Hay que jugar con que son 90 (minutos) en Riazor pero te quedan (otros) 90 en Palma de Mallorca. No va a ser fácil, el Mallorca está muy bien también.
La última, un resultado para la eliminatoria.
Siempre pienso en la portería a cero, mi pensamiento siempre es que no te marque gol el rival, y eso genera una ventaja muy grande. Yo con un 1-0 en casa, por lo menos, ya vale, sabes que allí tienes que salir a ganar, y no especular con el resultado. Ojalá que gane el Deportivo, y el resultado que sea, pero siempre con una ventaja a favor.