Este fin de semana vuelve la Copa del Rey para el Deportivo. Un torneo que le trajo muchas alegrías al club herculino a finales del siglo XX y a comienzos del XXI y que ahora, veinte años después, sirve para otras funciones totalmente distintas. Inmersos en la Primera Federación y con el objetivo claro del ascenso, la competición del KO servirá para ver a los futbolistas que están contando con menos minutos o, incluso, para ver debutar a algún canterano.
En la temporada pasada, el único fabrilista que se estrenó con el primer equipo en Copa del Rey fue Yeremay Hernández. A pesar de que no fue titular en el once de Borja Jiménez frente al UCAM Murcia, su participación se antojó decisiva para conseguir el pase de los coruñeses con un golazo en la prórroga y una asistencia. En total fueron 51 minutos de calidad que le valieron para adelantar puestos en la rotación.
Tanto que su debut liguero tan solo se hizo esperar tres días. En la visita al Racing de Ferrol Yeremay fue el primer jugador en salir al campo, antes que otros compañeros como Noel o Mario Soriano. Sin embargo, tras disputar 29 minutos en A Malata y 11 en el siguiente encuentro frente al Valladolid Promesas, el canario volvió a desaparecer de los partidos del Deportivo durante cuatro meses.
Mientras tanto, en ese lapso de tiempo, participó en nueve partidos alternando la Tercera Federación y la Youth League, una competición donde enamoró con sus regates y gestos técnicos inverosímiles. Además, llegó a ir convocado en siete de los once compromisos ligueros sin tener participación alguna.
El final de la temporada y el comienzo de esta
Con el Deportivo peleando por la segunda plaza y dando por inalcanzable al Racing de Santander, Yeremay volvió a contar con minutos en seis de los últimos siete partidos de la fase regular. 151 minutos en los que, a nivel estadístico, no se puede rescatar prácticamente nada.
La tónica con el extremo canario apenas cambió con la nueva temporada. Ni siquiera el hecho de pasar a ser un miembro de la primera plantilla a todos los efectos hizo que su participación aumentase. 12 minutos contra el Celta B, 28 ante el San Fernando y 16 con el Rayo Majadahonda como rival en encuentros donde se convirtió en el mayor revulsivo de los de Borja Jiménez.
El ostracismo con Óscar Cano
Cuando todo hacía indicar que el canterano estaba tirando abajo la puerta de la titularidad llegó el cambio en el banquillo y, con ello, la vuelta al ostracismo para la mejor versión que Yeremay había mostrado con el Deportivo.
“Es un chico introvertido y es difícil tener acceso a él. Nos acercamos, bromeamos y estamos pendientes porque consideramos que su talento es diferencial. Lo que tiene Peke no es usual en el mundo del fútbol. Tiene que encontrar su momento, su regularidad. Y no hablo de regularidad en tener partidos, sino en el trabajo diario. Él mismo lo dijo y me encantó, que se iba a centrar no tanto en hacer cosas para jugar más, sino en hacer cosas para mejorar. Eso le acabará dando minutos. Es un chico joven, distinto, pero que tiene las dificultades que tienen todos. Kuki viene de Segunda, Narro de casi firmar en Primera…, no tenemos jugadores cojos aquí. No es fácil entrar. Pero ya os digo yo que mañana jugará”, ha expresado el técnico en la rueda de prensa previa a la eliminatoria contra el Guijuelo.
Ahora, 346 días después, el canario tendrá otra oportunidad para reencontrarse con su juego en su competición talismán, la que el año pasado le abrió por primera vez las puertas del fútbol profesional. Un premio doble teniendo en cuenta que, posiblemente, en Guijuelo tendrá su primera titularidad con el Deportivo.