El Deportivo deberá ir a Guijuelo con abrelatas en el equipaje. Porque el equipo coruñés tendrá enfrente a un rival que hasta el minuto 85 de su último partido, solo había concedido un único tanto. La muralla chacinera cayó en Zamora, cuando el equipo de Yago Iglesias logró romper la resistencia blanquiverde para, en los minutos finales, redondear el marcador con una abultada goleada (3-0).
El resultado del último partido alejó al CD Guijuelo de un liderato que hasta hace tres semanas sustentaba. Pero, sobre todo, fue una muestra totalmente contraria de la identidad de un equipo que basa su espectacular racha en su capacidad para no encajar. Acumula 4 tantos en contra, ninguno de ellos como local. Y hasta el 23 de octubre, nadie había sido capaz de descifrar cómo abrir su sistema defensivo. Lo logró el Ourense CF en O Couto (1-0).
Así, 7 fueron los encuentros consecutivos que su meta Johan Guzmán acumuló sin recibir una sola diana. No es de extrañar que sus únicos 4 goles marcados en las 6 primeras fechas de competición le valiesen para ir líder. El Guijuelo está siendo un Burgos a pequeña escala. ‘La Jamoneta’ funciona.
El Municipal, un fortín
Esta solidez defensiva que el Guijuelo está mostrando durante la temporada es una característica que el equipo blanquiverde fue adquiriendo como propia ya desde el pasado curso. En el grupo castellano y leonés de Tercera División en el que compitió únicamente encajó 16 tantos en 32 partidos. De ellos, solo 3 los recibió en el Municipal de Guijuelo, un estadio inexpugnable.
De hecho, el último capaz de perforar la meta del equipo dirigido por Tomás Sánchez cuando actúa como local fue el Diocesanos UCAV de Ávila, que cayó 2-1 el 27 de febrero. Casi 8 meses después, las porterías del equipo salmantino en su campo han cogido telarañas de usarse tan poco.
Un Guijuelo continuista
Clave para transferir esa solvencia defensiva junto al salto de categoría ha sido la continuidad del bloque. El Guijuelo mantiene un once muy similar al del pasado curso y en las líneas más retrasadas, tan solo Carlos Quintana ha modificado la alineación más habitual, compuesta por Johan Guzmán, los laterales expertos Piojo y Álvaro Coque y el central vigués Alberto Trapero.
Por delante, al talentoso Cristóbal Gil y al veterano Toti -jugó varios años en Segunda- se les ha unido Isma Aizpiri, que refuerza esas dotes defensivas del equipo. En ataque, el punta Álvaro Montero y el extremo Pepe Carmona han llegado para sumar talento diferencial en su categoría. Ambos son los máximos goleadores (con 3 y 2 dianas respectivamente) de un Guijuelo que resuelve sus partidos apelando a los mínimos.