Nueva edición de ‘Caridad de por vida’. La columna de opinión en la que Edy Caridad nos desgrana la actualidad blanquiazul.
Se va Culio, llegan Rabello, Toché y ahora Ifrán para suplirle; o por lo menos darle más opciones a Vazquez en esa importantísima demarcación. Pero, ¿qué pasa con Bicho? ¿Qué me he perdido para que la gran perla de Abegondo haya desaparecido?
Sucede que las apuestas a mí no me gustan a medias. No se nos puede llenar la boca a la hora de elogiar nuestra cantera y cuando llega el momento de la verdad decir ‘digo’ donde dije ‘Diego’. Soy de los que opinan que se ha sido muy reservón con los chavales en cuanto a darles un voto de confianza. Y me explico. Álex Bergantiños demoró su llegada al primer equipo al menos dos temporadas. Es solo un ejemplo. No se trata de apostar por apostar. Se trata de hacer sitio a los que se lo han ganado.
Y Bicho se ha ganado al menos tener más minutos de los que está gozando. Ya sé que Rabello acaba de llegar y se tiene que adaptar. Ya sé que Toché está dando un rendimiento espectacular (como goleador). Y ya sé que Ifrán es un jugadorazo que nos puede dar la ‘mala leche’ que nos aportaba Culio. Pero, qué quieren ustedes que les diga, mi apuesta es Bicho.
Estoy harto de escuchar que hay que tener cuidado con las promesas, que hay que dosificarles, que hay que frenarles… Pero vamos a ver.. ¡si el chaval tiene una zurda de oro! Me recuerda a Fran en algunas cosas (salvando las evidentes diferencias) y les puedo asegurar que está más que preparado. Que se come el mundo si FV le deja, vamos. Está preparado y rodeado de veteranos que le sabrán llevar por el buen camino. Además, es deportivista. Pero de verdad, no de esos que lo dicen con la boca pequeña. Bicho tiene algo especial. Háganme caso. Ese desparpajo y esa calidad con su edad solo está al alcance de unos pocos. Y él estará aquí la temporada que viene. Los otros tres, en principio, no.
Se nos hace la boca agua al ver otras canteras. A mí al menos. Quiten al Madrid y el Barça. Esos están a otro nivel. Hablemos de, por ejemplo, Santi Mina, delantero del Celta. Ahí tienen a Luis Enrique apostando por un imberbe como ‘9’… Pero dejemos a los sureños aparte. ¿Más ejemplos? La Real Sociedad, el Athletic, el Sporting de Gijón… Todos ellos son equipos con los que nuestros cadetes y juveniles están acostumbrados a competir (y a ganar en la mayoría de ocasiones). Sucede que el buen trabajo de base luego tiene su continuidad en el primer equipo y así se empezó a entender hace poco en un Deportivo que siempre comió caviar y miraba a sus jóvenes con recelo.
Entiendo que para el que ha visto a Mauro Silva es difícil comprender que Álex Bergantiños sea clave en el actual equipo. Que el que flipaba con las salidas de la cueva de Naybet no las tenga todas consigo con Insua. O que al pro Valerón no le cuadren las cuentas con Bicho. Pero ni este es el Depor de Champions ni es justo compararlos con cracks mundiales. Pero algún día a estas figuras (y a todas) alguien les dio los galones necesarios como para que llegasen a ser lo que en su momento fueron. ¿Acaso Insua es peor que César Martín? ¿Bergantiños no mejora a Antonio Tomás? ¿Bicho no tiene la capacidad de, al menos, llegar al nivel de, digamos, Verdú?
Apostar es fácil cuando se hace a caballo ganador. Y Bicho lo es. Pero hay que dejarlo que se curta más allá de los entrenamientos. Ningún crack se ha forjado desde el banquillo. Yo voto Bicho.