1. Empate con mal sabor de boca del Deportivo frente al Sevilla en el estadio de Riazor en un encuentro vital en las aspiraciones del conjunto herculino. Necesitaba una victoria el equipo de Clarence Seedorf para seguir metiendo presión al Levante, rival que marca la salvación. Pudo hacerlo, pudo ganar, sobre todo por la actuación en la segunda mitad, pero también pudo quedarse sin ninguna recompensa. El punto, a posteriori, parece insuficiente para el objetivo aunque se hayan hecho muchas cosas bien.
2. Se esperaba que el Sevilla fuese a venir más de paseo de lo que realmente hizo en A Coruña. Con la final de Copa del Rey a la vuelta de la esquina y aunque es cierto que reservó Montella a varios jugadores como N´Zonzi, Mudo Vázquez, Lenglet y Escudero, sí utilizó el técnico italiano a otros titularísimos como Correa, Banega, Mercado y Jesús Navas. Aunque un hipotético triunfo en la final frente al Barcelona le daría acceso a Europa League, no puede descuidar la Liga y mantener el séptimo puesto al alcance por si salen derrotados del Wanda Metropolitano. Demostró que tenía cosas que jugarse.
3. En el partido hubo dos partes diferenciadas. La primera fue claramente del Sevilla, tanto en posesión como en número de oportunidades. El Dépor defendió muy mal y solo el buen hacer de Rubén Martínez en la portería así como el escaso acierto de los atacantes hispalenses hizo que el 0-0 no se moviese del marcador. En el segundo acto el Deportivo reaccionó. Con fe, con coraje, ya con Çolak plenamente mentalizado en el partido tras tener que entrar sobre la marcha al sustituir a un conmocionado Krohn Dehli, el Dépor salió al contragolpe con mucha más claridad. Llegó constantemente el Dépor en los últimos minutos y lo raro fue que no marcase. El 0-0 fue un milagro en un partido con hasta 46 disparos, el que más de esta temporada en Primera División.
4. Seedorf no solo cambió alguna pieza en la alineación y la posición de varios jugadores, también cambió el esquema. Adrián López, a diferencia de los últimos 3 partidos, estuvo a la misma altura que Lucas Pérez. En este caso y como demuestran las posiciones medias, el coruñés y el asturiano volvieron a estar en una altura muy pareja. Ya no fue el 4-3-2-1 del Wanda, de Riazor frente al Málaga o de San Mamés; en este caso volvió a ser un 4-4-2 en rombo (Krohn Dehli aparece en una posición más retrasada porque el equipo en la segunda parte estuvo más arriba). Resulta incomprensible este cambio en algo que había funcionado tan bien en los últimos encuentros.

5. Con ese rombo en el centro del campo sufrió mucho el Dépor por las bandas. Tanto Layún como Jesús Navas generaban superioridades por fuera con mucha facilidad por las características de los interiores del Deportivo, ni Pedro Mosquera ni Celso Borges se encuentran cómodos frente a estos jugadores desequilibrantes, veloces e incisivos. Los cambios, tanto de dibujo como de nombres, llegaron en el minuto 80 y en el 83 con la entrada en el campo de Bakkali y Fede Valverde, y de hecho acostados en el nuevo 4-2-3-1 el Dépor creció.
6. Una de las decisiones del técnico neerlandés que sorprendió fue lo de mover todas las piezas del centro del campo por querer introducir a Guilherme en el once inicial. En San Mamés habían jugado Borges, Mosquera y Krohn Dehli de izquierda a derecha. Para introducir al brasileño por delante de los centrales, movió a los otros tres jugadores. Mosquera se fue a la izquierda, Borges a la derecha y Krohn Dehli a la mediapunta. Llama la atención que no sea continuista con Pedro Mosquera ejerciendo de 5 tras varios buenos partidos del coruñés en esa posición. Además, el discreto encuentro de Guilherme refrendó este pensamiento bastante global. La conexión de Mosquera y Lucas, con 50 metros entre ellos y el balón en las botas del primero, es un quebradero de cabeza para cualquier equipo. Desde el interior izquierdo dio pocos envíos de esos a la espalda de los centrales, como mediocentro posicional acostumbra a triplicar esa cifra.
7. Después de una temporada siendo uno de los grandes señalados del conjunto blanquiazul, el mejor del Deportivo frente al Sevilla fue Rubén Martínez. El portero de Coristanco mostró personalidad y salvó al equipo de varios goles en paradas a bocajarro. Carlos Fernández, Sandro, Nolito, Banega, Pizarro, Layún y Gaby Mercado tuvieron sus opciones para marcar y se encontraron con el arquero gallego. Está a un partido de renovar y se consumará en el partido de mañana frente al Leganés.
8. La afición deportivista volvió a dar ejemplo de identidad. Casi 25.000 personas se dieron cita en el estadio blanquiazul para animar a los jugadores un día laborable a las 19.30h, una hora muy mala. Fue de las mejores entradas de la temporada en un día que no ayudaba especialmente. Esta afición necesita recibir muy poco para darlo absolutamente todo. Le dio muy poco el equipo y no para de responder. Chapó.