Solidez defensiva, un guardameta de garantías, capacidad de sacrificio… En el fútbol son múltiples los factores que influyen en que la trayectoria de un equipo a lo largo de la temporada sea la deseada, y más aún si cabe cuando se trata de una competición tan larga como lo es la Liga 1|2|3. Pero entre todos ellos hay uno que resulta innegociable y del que depende en gran medida el éxito de todo conjunto inmerso en la lucha por el ascenso, la capacidad realizadora de los delanteros.
Esa era una de las grandes dudas que sobrevolaban el nuevo proyecto del Deportivo, pero a pesar de los múltiples contratiempos en forma de lesión, los puntas blanquiazules tan solo han necesitado siete jornadas para espantar esos fantasmas. Con Quique González en racha, Christian Santos recién estrenado como goleador y Borja Valle en la recta final del proceso de recuperación de la lesión sufrida en Tenerife, donde anotó el segundo tanto de los gallegos, solo falta por ver puerta uno de los cuatro delanteros de la actual plantilla, Carlos Fernández.
El atacante andaluz se convirtió en la última incorporación de Carmelo del Pozo. Su fichaje se produjo con la competición ya en marcha y a escasas horas del cierre de mercado, dos factores que, unidos a la falta de ritmo competitivo debido a la grave lesión sufrida la pasada campaña, hacían que el de Castilleja de Guzmán partiese con cierta desventaja en la lucha por hacerse un hueco en la punta de ataque del Deportivo.
Sin embargo, los caprichos del fútbol quisieron que fuese todo lo contrario. La visita a Tenerife trajo consigo las lesiones de Quique González y Borja Valle, la dupla atacante dispuesta por Natxo González y autores de los dos goles del Deportivo en el Heliodoro. La convocatoria de Christian Santos por Venezuela acabó por abrirle las puertas de la titularidad de par en par y precipitó su debut con la camiseta blanquiazul frente al Sporting de Gijón cuando apenas se había cumplido una semana de su aterrizaje en A Coruña.
Pese a su discreta actuación ante el cuadro asturiano y una semana después frente al Alcorcón, Natxo González optó por dar continuidad en el once al joven punta andaluz, y este está respondiendo a la perfección a la confianza depositada en él por parte del preparador vasco. Las victorias ante Granada y Nástic de Tarragona dejaron entrever el gran potencial que atesora. Aportó trabajo, ofreció soluciones a sus compañeros, generó espacios y formó una gran sociedad en la punta de ataque junto a Quique González. Pero los delanteros viven de los goles y al canterano sevillista se le está resistiendo su primer tanto con el Deportivo.
Esa es precisamente la baza que espera exprimir Christian Santos. El venezolano ha dejado atrás los problemas físicos que le obligaron a perderse el inicio de temporada y apenas ha necesitado 20 minutos de juego para sacar a relucir su instinto goleador y anotar su primer tanto como deportivista. Pero la disputa por ser el acompañante de Quique González se presume aún mayor con la inminente recuperación de Borja Valle. Visto lo visto, la siempre mentada y ansiada competencia por un puesto en el once titular está servida. Será el turno de Natxo González, quien deberá elegir el vencedor de una pelea en la que el gran beneficiado debería de ser el propio Deportivo.