Habla con la ambición de esas futbolistas que ya han vivido de todo y siguen queriendo más. Tiene la implicación de quien siente este proyecto como suyo. Por eso, no huye del papel de líder dentro y fuera del terreno de juego, ni siquiera en las situaciones límite. Alba Merino (Guadiana, 1989) está protagonizando una de «las mejores temporadas» de su carrera en el Dépor ABANCA. Así lo atestiguan sus siete goles, los minutos disputados y sus actuaciones individuales. Paradójicamente, su equipo es penúltimo y pelea por la permanencia. Conversamos con ella antes del duelo directo contra el Espanyol (sábado, 16h).
¿Cómo se gestiona la montaña rusa de las dos últimas semanas?
Como le digo a veces a mi madre, vamos de unas semanas de euforia a otras de bajón. La verdad es que fue una alegría tremenda el partido contra el Madrid, no solo por el resultado, sino por el juego del equipo. Y luego vamos a Sevilla y se nos da este resultado, y otra vez ese bajón del que te hablaba. Pero como decimos entre nosotras: ‘Hasta que esté en nuestras manos, vamos a hacer lo que sea para conseguir la permanencia’.
¿Qué os está faltando fuera de casa para pareceros a vuestra versión de Abegondo?
Ojalá saberlo. Porque sí que en Abegondo estamos dando nuestra mejor versión y cuando salimos nos cuesta más. Sobre todo en los inicios, encajamos muy pronto los goles. No sabría decirte, ojalá saber lo que nos pasa.
¿La de mañana contra el Espanyol es la última bala?
Yo pienso, y lo hablamos (en el vestuario), que la última bala será cuando ya no tengamos opciones. Mientras las tengamos, cada vez va a estar más complicado porque tenemos menos margen, pero vamos a estar ahí dándolo todo. Evidentemente no somos tontas, (el del Espanyol) es un partido vital, es un partido muy importante. Hay que conseguir los 3 puntos sí o sí, no vale otra cosa.
En cada partido, siempre hay alguna acción que demuestra tu carácter pasional y ganador. ¿Cuánto estás sufriendo este año con tanta derrota?
Estoy segura de que este es el año que más estoy sufriendo. Tanto por la implicación que tengo con el equipo, que es mucha, como también porque soy alguien a quien le gusta ganar. A nadie le agrada estar en esta situación, pero me cuesta porque jugamos bien, estamos dándolo todo y no vemos que se nos den los resultados en algunos partidos. Es fútbol y hay que lidiar con eso.
Mencionas tu implicación, ¿cómo canalizas después de una derrota todo ese cabreo que llevas dentro? Es decir, ¿cómo haces para no exteriorizarlo y lanzar un mensaje negativo a las más jóvenes del equipo?
Los 10-15 minutos después del partido no me gusta hablar con nadie, me desahogo yo sola, entro en el vestuario y no quiero que nadie me vea cómo estoy. Pero luego intentamos hablar todas, y seguir adelante. Mientras haya opciones no podemos agachar la cabeza.
Alba Merino: «Te frustra el competir bien y que no sirva para que el equipo pueda estar más arriba»
Sobre el verde, este curso, tu protagonismo ha aumentado más aún si cabe. ¿Crees que es el contexto idóneo para que brille una jugadora de tu perfil (experimentada, líder, box to box…)?
No sé, sí que es verdad que yo me he sentido muy bien esta temporada, a nivel individual. Pero te frustra el estar en la situación en la que estamos. Hablándolo con mi familia, yo creo que esta está siendo una de las mejores temporadas de mi carrera, humildemente, ¿eh? En la faceta goleadora, jugando todos los partidos; de momento, gracias a Dios, me están respetando las lesiones… Te frustra el competir bien y que no sirva para que el equipo pueda estar más arriba.
¿Qué has cambiado en tus hábitos para conseguir esta regularidad a nivel individual?
Lo único que he cambiado es que después del confinamiento me dio por modificar mi alimentación. Y sí que estoy un poco más con la realfood (se ríe), dejando atrás los ultraprocesados y así. De vez en cuando es bueno darte algún capricho, pero los he eliminado por completo. Y ese es el único hábito que he cambiado.
A lo largo de la temporada, habéis utilizado diferentes esquemas. ¿Cuál es tu función, más allá del papel concreto que desempeñas en cada dibujo?
Teniendo a Ainoa e Iris por detrás de las dos interiores, me da muchísima tranquilidad. Son dos jugadoras muy parecidas a nivel defensivo, controlando todas esas facetas del juego. Me da muchísima libertad para irme al ataque más tranquila, digamos. Y eso lo aprovecho. Porque también Gaby hace un trabajo defensivo que igual la gente no ve, pero las que jugamos a su lado sí vemos. Y tenerlas a ellas me da esa libertad de irme hacia arriba y estar por todos lados un poco.
¿En qué momento te das cuenta de que debes pisar asiduamente el área rival? ¿Qué fue lo que provocó que hicieses ese click y te convirtieses en una llegadora?
Sí que es verdad que esa faceta ha sido aquí en el Dépor porque antes, en otros equipos, no llegaba tanto al área ni con esa facilidad. Tienes que saber a quien tienes al lado, yo estoy tranquila sabiendo que subo y detrás siempre va a haber alguien. Además, a Peke y a Athenea las entiendo perfectamente, sé que cuando llegan a línea de fondo van a sacar algo, y yo intento estar ahí para cazar algún balón.
¿Cómo detectas los espacios a atacar?
Cuando las cogemos a la contra, ahí hay muchos espacios por todo el área, porque no están todas las defensoras, y ahí intento buscar un hueco para que el balón me llegue limpio y de la mejor manera posible.
En ese sentido, también te ayuda la presión alta que venís haciendo últimamente. Se generan más transiciones rápidas.
Efectivamente. Además nos favorece porque las interiores presionamos más arriba y estamos más cerca del área. Si robamos, tenemos presencia en el área con más jugadoras.
¿Habías tenido alguna temporada tan buena en Primera en cuanto a goles?
Sí, recuerdo la 2008-09, creo que fue, con el Atlético de Madrid. Ahí fui la máxima goleadora del equipo. Y siempre vacilo con que quedé por delante de Jenni, Jennifer Hermoso -actual pichichi del Barça-, que era mi compañera. Pienso que ese año hice 11-12 goles. Pero en ninguna otra temporada he marcado más de 5 goles, no recuerdo.
A lo largo de los 90 minutos, haces muchos esfuerzos explosivos muy seguidos. ¿Cómo se juega en ese alambre?
Llego justísima a los 90’, estoy fundida. Intento aguantar lo máximo posible. Hay veces que digo: ‘En esta jugada no voy a subir porque me voy a quemar demasiado pronto’, y ahí vamos subiendo Gaby, Ainoa y yo, vamos hablando entre nosotras. Sobre todo en la segunda mitad, voy dosificando los esfuerzos. Pero a los 90’ ya llego fundidilla.
Decía Dunga, el exseleccionador brasileño, que «un quite también es jogo bonito«. ¿Tú disfrutas más defendiendo o atacando?
La verdad es que con las dos cosas. Cuando hay una contra, se me da bien deslizarme por el césped y cortar esos balones. Sobre todo en natural, evidentemente, porque en artificial nos dejamos las piernas; pero esas jugadas son bastante bonitas. Es otro tipo de fútbol, fútbol defensivo. Pero disfruto igual ofensiva que defensivamente.
Alba Merino: «Necesitaba lo que encontré aquí en el Dépor»
¿Cómo mides en ese momento si ir al suelo o temporizar?
Voy al suelo cuando no tengo opción de llegar metiendo el pie. Si veo que el balón está largo, el césped (natural) siempre ayuda a deslizarte y llegar más rápido a ese balón. Cuando veo un balón dividido, que no sé si voy a llegar o no, me tiro y casi siempre llego.
Alejándonos ya un poco más del juego, da la sensación de que llevas toda la vida en el Dépor.
Sí, la verdad es que mi implicación aquí es máxima. Yo soy muy agradecida y donde me tratan bien intento dar lo mejor de mí. A mí aquí se me trata de diez desde el primer día que llegué. Tanto el cuerpo técnico como la directiva, la afición… Todo el mundo está contento conmigo, me lo hace saber, y yo intento agradecerlo de la mejor manera y con el compromiso que tengo.
Los periodistas usamos mucho la expresión: “X futbolista ha encontrado su sitio». Pero, en tu caso, ¿qué quiere decir?
Sentirte valorada. Eso es lo más importante para un jugador. Yo venía de años en los que no estaba bien, no tenía mis mejores temporadas. El último año del Levante recuerdo que no me sentía valorada por el entrenador, por eso decidí marcharme. Y necesitaba lo que encontré aquí en el Dépor. Por eso creo que es muy importante sentirte valorada y querida en el equipo en el que estás.
En junio acabas contrato, ¿de qué depende tu continuidad?
Depende de hablar con Pablo (Pereiro), con el cuerpo técnico… Hay pendiente una conversación, así que de eso dependerá.
¿Un descenso condicionaría tu salida?
Ya te digo que es una conversación que hay que tener porque, como dices, acabo contrato en junio y ya veremos lo que nos depara el futuro.