Álex Barba, jugador del Fabril, afirma que «desde el cuerpo técnico hasta el último jugador tenemos mucha ilusión y ambición para este año». El mediocentro se pasó por RiazorTV antes del inicio de la Tercera RFEF, que el filial deportivista arrancará midiéndose al Racing Villalbés. «Llevamos más de dos meses de pretemporada. Hasta el cuerpo técnico nos dijo que nos daba de sobra», comentó el canterano. «Para nosotros fue un verano bastante largo, pero los juveniles tuvieron dos semanas, con suerte».
Como en el primer equipo, el verano del Fabril ha sido muy movido, con cambio de entrenador y una profunda remodelación del plantel. Álex Barba señala que «si el Fabril era un equipo joven, esta temporada lo es aún más. Pero un buen futbolista es el que se sabe adaptar. Partiendo de esa base, nos tenemos que adaptar. Para los juveniles no es tanto cambio, porque tienen el mismo cuerpo técnico, mismo entrenador, mismos campos… Pero para los que quedamos es un cambio bastante grande. Y para ellos el cambio de categoría, que es importante. Tenemos un buen grupo y ambición».
Álex Barba analiza el cambio de Valerón a Gilsanz en el banquillo del Fabril
Uno de los cambios comentados por el centrocampista se produjo a raíz de la salida de Juan Carlos Valerón, míster fabrilista la pasada campaña. Tras la salida del ‘flaco’, el banquillo del Fabril quedó en manos de Óscar Gilsanz, que venía de hacer campeón de España al juvenil del Deportivo. «Son dos entrenadores muy diferentes», asegura Barba. «No te podría decir la diferencia entre uno u otro, pero son muy buenos entrenadores que van a aportar mucho. Y dos muy buenas personas, que eso es lo importante. Al final los jugadores somos personas y, más allá de lo que hacemos futbolísticamente, tenemos que tener apoyo en otras cosas».
«No creo que tengamos ningún problema este año con Óscar», explicó sobre el recién llegado. «Al ser un equipo tan joven nos falta la experiencia que otros sí tienen y creo que él nos la va a aportar de sobra. Muy contento tanto el año pasado como este», sentenció. Además, Álex Barba comentó que Gilsanz es un técnico que ha llegado con «ilusión». «Él es uno más, es el primero que quiere que todo salga bien. La tercera tiene eso. Ir a Villalba un domingo y que la gente te esté apretando… Eso es algo muy bonito y que en juveniles no lo tienes. Pero no sólo Óscar, desde el cuerpo técnico hasta el último jugador tenemos mucha ilusión y ambición para este año». Esta comunión viene en algunos casos desde hace años. «Cuando yo era juvenil de tercer año y Noel de primero, me metía mucho con él. Y ahora imagínate. Hay muy buen rollo entre nosotros. Yo era uno de los jóvenes el año pasado y este soy uno de los veteranos. Es verdad que eso te da un poco de chulería, bromea».
El difícil salto al primer equipo
El canterano contó un cómo ha sido su camino hacia las puertas del primer equipo del Deportivo: «Jugué desde pequeñito en el Victoria. Ya me había llamado el Dépor en Cadetes para hacer las pruebas. Pero en juveniles, cuando me tocaba, me fui a estudiar a Inglaterra. Allí estuve en un equipo de pueblo, en lo que aquí sería Tercera. Pero no pude jugar. Además mi prioridad eran los estudios así que fútbol, más bien poco».
«Volví e hice la pretemporada con el Juvenil A. Mi estado de forma no era el idóneo y venía de un año que había estado parado. Estuve en el Ural y fue un año muy bueno personalmente y a nivel de club. Quedamos cuartos en División de Honor por encima de equipos como el Dépor. Llegué al Deportivo la siguiente temporada, pero fue la del COVID y no la pudimos terminar. Había firmado otro año, que fue el pasado, el primero con el Fabril»
Pese al ‘overbooking’ en el primer equipo en su posición, en los últimos tiempos varios canteranos han logrado dar el salto. ¿Ven los fabrilistas este paso como algo realizable? Así lo cree Álex Barba. «Yo, personalemente, soy de los que piensa eso. Si no vas ahora… Con trabajo, sacrificio y haciendo las cosas bien vas a llegar a donde quieres. Esta situación en la que está el Dépor, tanto económicamente como por categoría, es la más ideal para la cantera. Siempre y cuando se haga bien. Porque la gente es crítica y no vale con que suba un canterano y quede muy bonito. Tiene que aportar y demás cosas. «Creo que una situación más idónea que esta no puede haber y nosotros lo sabemos».