Tras dos semanas alejado de la dinámica del Dépor ABANCA, Miguel Llorente volvió a ocupar su silla en el banquillo deportivista y lo hizo con victoria. El equipo herculino remontó al Pradejón en casa, 3-1, firmando un triunfo importantísimo para seguir enganchado a la lucha por el ascenso. Gracias a esta victoria, el Dépor ocupa ahora la cuarta posición de la tabla con 46 puntos, a tan solo 2 del liderato.
La vuelta de Miguel Llorente, además de la victoria, trajo consigo una nueva apuesta de juego que combina sus ideas y las que Kevin Cabado presentó sobre el verde ante Levante Las Planas y Athletic B. El técnico catalán mantiene la base de juego combinativo que lleva desarrollando desde principio de temporada, aunque enriquecido por el juego directo del entrenador del Dépor B.
Salida con balón jugado como opción
Uno de los aspectos más destacados del juego del Dépor ABANCA en la primera vuelta fue su salida con balón. Hasta esta segunda vuelta, prácticamente no conocíamos el saque en largo de Ana Valles, pues el equipo coruñés siempre empezaba la creación de juego desde su propia portería. Sin embargo, esta “obligación” de salir con balón jugado ha traído consigo la mayor parte de los goles en contra que ha encajado el Dépor. Por ello, Miguel Llorente apuesta ahora por ese principio como opción, no como obligación. Ante el Pradejón, Ana Valles se decidió por un saque u otro en función de la presión, optando por el saque en largo en muchas ocasiones. Algo que dio confianza al equipo y redujo riesgos en defensa.
Jugadas ensayadas
Durante el primer tramo de la temporada, el Dépor apenas generaba peligro a balón parado. La mayor parte de las faltas se sacaban en corto y los saques de esquina pasaban desapercibidos. Sin embargo, después del éxito rotundo del balón parado ante el Levante Las Planas, cuando el Dépor goleó con 3 tantos de falta, Llorente ha decidido apostar por este. Siguiendo el relevo de Kevin Cabado, el equipo gallego saltó al césped de Abegondo con las ideas claras, tanto en faltas como en saques de esquina, y con varias jugadas ensayadas. A pesar de que ninguno de los goles llegó por medio de estas acciones, el Dépor sí consiguió generar peligro, especialmente con los centros de Paula Gutiérrez y María Ruiz.
Superioridad en bandas
Una de las mejores armas del conjunto gallego es la velocidad y la calidad de las bandas, algo a lo que Miguel Llorente se ha propuesto sacar el mayor rendimiento. Con este propósito, y ante la ausencia de Cris Martínez, Carlota Sánchez retrocedió hasta el lateral derecho. El desborde y el descaro de la centrocampista sirvieron al Dépor para llegar desde el costado derecho con peligro gracias a la asociación de la canterana con Laura Fernández.
Desplazamientos largos
Otra de las formas más sencillas que encontró el Dépor de llegar a portería rival fue a través de los desplazamientos de Inés Altamira. Llorente ha querido apostar por la visión de juego de la central, además de por su calidad técnica, para pasarse al juego directo y aprovechar el contraataque.
Uso de cambios
Ante el Pradejón Llorente hizo 4 cambios, algo inusual teniendo en cuenta que, en muchas ocasiones, el técnico madrileño ha acabado el encuentro habiendo consumido tan solo uno de los cinco cambios posibles. Precisamente este era uno de los aspectos más controvertidos durante la mala racha de seis partidos sin ganar que atravesó el equipo. El Dépor encajaba en los últimos minutos y no era capaz de reponerse a los goles en contra, ni de sorprender por la falta de relevos en el banquillo. Algo que Llorente se ha propuesto cambiar repartiendo minutos entre jugadoras del primer equipo, pero también del filial como es el caso de Paula Novo.