La posición de Juan Domínguez en la izquierda, la moneda al aire que lanzó Víctor Sánchez, el papel de Luisinho o los famosos intangibles del fútbol, entre otros temas de interés del análisis del encuentro entre andaluces y gallegos.
1. Partido igualado el que se vivió en La Rosaleda con dos equipos que buscaron el ataque en todo momento. Un equipo que acostumbra a realizar un juego vistoso y otro, el visitante, con jugadores para desarrollar ataques de mucha calidad. Se juntaron sobre el campo varios futbolistas de toque y distinción, de buen trato de balón. Los Samus o Amrabat por un lado y Lucas, Juan Domínguez o Cavaleiro por otro. El resultado fueron tablas en prácticamente todo. En el marcador (1-1), en la posesión (53% Málaga y 47% Deportivo) y casi hasta en los disparos (14 de los de Gracia por 12 de los de Sánchez del Amo).
2. Lo que más me gustó de este partido es ver la predisposición del Deportivo a jugar el encuentro a cara o cruz ante un rival de mayor entidad. Atacar sin tesón, con varios hombres por delante de la pelota y buscando que la moneda pueda caer a cualquiera de los dos lados. Algo así como lo que lleva haciendo el Rayo Vallecano de Paco Jémez estas últimas campañas. Buscan la victoria pensando que el empate no les sirve. El Dépor el otro día hizo una cosa similar, aunque quizá de una manera más moderada. De ahí que me sorprendiese que en algún momento del choque Fabricio perdiese tiempo para sacar de puerta con 1-1 en el marcador. Considero que los empates, teniendo en cuenta la puntuación liguera del Dépor y el calendario que se le viene, ya no sirven a estas alturas de la temporada. Por ello, para ganar a equipos con mayor potencial que tú -como el Málaga, el Villarreal o el Athletic de los que quedan, sin contar al Barça- no puedes encerrarte atrás y ver lo que sucede. Debes ser tú el que provoques que pasen cuantas más cosas para ver si lo moneda se decide a caer de tu lado y se van los tres puntos a tu casillero.
3. Lo que sí podemos apreciar, tal y como expresó nuestro viñetista Pepe Mansilla en su particular crónica, es que se empieza a notar la mano del entrenador en la actuación global del equipo. Los jugadores en estos momentos son más solidarios los unos con los otros y también cuentan con mayor confianza para intentar pases difíciles o buscar el uno contra uno. Víctor Sánchez del Amo les ha motivado a seguir intentándolo, a no cejar en el empeño y explicarles que si arriman todos el hombro, podrán salir victoriosos. Él, como ex futbolista de banda, de desborde y atrevimiento, sabe que en el fútbol hay que arriesgarse y que muchas veces la cabeza (hablo de lo psicológico) tiene más peso que las piernas (el físico) en un partido. Veremos si el cambio en el banquillo no es demasiado tarde.
4. El primer cambio de Víctor para este partido fue la alineación titular con respecto al encuentro del Atlético de Madrid. Si ante los rojiblancos salió con Oriol y con Toché en la punta de lanza, en esta ocasión jugó con Iván Cavaleiro acompañando al ex de Osasuna en el ataque. Insistió, no obstante, Víctor en jugar con un 4-4-2 aunque entre los titulares apareciesen tres mediocentros clásicos. Pensábamos todos que saldría con trivote, pero sorprendió con Juan Domínguez tirado al costado zurdo. A pesar de partir desde la izquierda, el ’10’ blanquiazul aportó trabajo en el centro del campo, ese trabajo que seguramente buscase Víctor Fernández cuando utilizaba a José Rodríguez en la derecha. Esta vez funcionó bastante bien. Así salió el Dépor en ataque.
En esta imagen extraída del resumen del partido de La Liga TV podemos observar la posición inicial de Juan Domínguez cuando el Deportivo no tenía la posesión del balón, que es cuando mejor puedes apreciar la disposición inicial de un equipo.
5. Fabriiiiiiiiiiiiiiiiiii. Sigue tan espectacular el portero canario que se le perdonan los errores que vienen del juego en sí. Errores que se ven cada jornada en todos los guardametas. Nunca serán problemas de concentración porque siempre está concentrado. No serán problemas de colocación porque suele estar siempre bien colocado. Un fallo como el del gol de Amrabat puede cometerlo cualquiera, con un jugador impidiéndote la visión y un golpeo seco y raso. Pero la mano que le saca a Javi Guerra en el 92′ no la puede hacer cualquiera. Se ve que la sombra de Jose Sambade se expande desde Turquía y sigue ganando puntos aquí en España. Fabri es, sin duda, un producto de Sambade y esta temporada está demostrando todo el potencial que el propio Sambade esperaba de él. Aquí la jugada. Por cierto, la bronca de Luisinho a Salomão es evidente.
6. Luisinho entiende esa posición de lateral a la perfección. Se ha afianzado ahí y es innegociable su titularidad en la defensa. Y mira que yo fui de esos de los que el año pasado no hubiese movido al portugués de la posición de volante por delante del lateral. En Primera, sin embargo, ha corregido muchas vicisitudes que tenía como carrilero de largo recorrido y ha sabido adaptarse a las condiciones de los rivales de la categoría. Sabe cuándo hay que conducir, cuándo hay que pasar o cuándo rectificar y volver atrás. También sabe interpretar cuándo debe subir la banda y abrirle otra puerta a las opciones que tiene el extremo de esa banda cuando tiene el balón. Un valor seguro del Deportivo.
7. Mis compañeros se reían de mí en el último podcast por hablar de los intangibles del fútbol. Para mí los intangibles son esas situaciones, esos detalles, esos elementos que no se pueden medir, que no se pueden tocar y que no se pueden ver, pero que aportan mucho en el núcleo global del equipo. Los que han jugado al fútbol saben de lo que hablo y muchos que no lo han hecho también. Un intangible es el famoso equilibrio defensivo que aportan determinados jugadores en el centro del campo y, aunque no quería personalizar, en el Deportivo actual eso lo da Álex Bergantiños. Otro intangible puede ser, en un delantero, que sepa rematar bien de primeras y no necesitar dos toques para disparar a puerta. Eso, que puede ser una nimiedad para algunos, aporta mucho al equipo. Aunque a muchos no les guste Paco Alcácer, a mí me encanta sobre todo por la capacidad que tiene para rematar con el pie, con la cabeza o con la parte del cuerpo que sea SIEMPRE de primeras. Eso le da un valor diferencial a él y por tanto al equipo. Y un último intangible a comentar en este apunte, y que es por el que he dado todo este rodeo, es el peso del escudo. Mientras a muchos jugadores les puede importar menos que el Dépor se vaya a Segunda División porque ellos están cedidos o finalizan contrato y se van a marchar, a otros les duele muchísimo perder los partidos con la blanquiazul puesta. El domingo había cuatro coruñeses en el once inicial y su garra se notó en el campo. El amor a la camiseta da un plus al equipo.