El Málaga golpeó primero en Riazor. Al Deportivo de Martí le costó entrar en el partido, y sufrió en la primera mitad a un Ontiveros entonadísimo que fue el timón de su equipo hasta que el guion cambió radicalmente tras el descanso. Con los goles de Carlos Fernández, Pedro Sánchez y Borja Valle, los locales irán a La Rosaleda con un 4-2.
Hubo dos zarpazos del Málaga en la primera mitad. Ontiveros puso un balón al corazón del área que Luis Hernández aprovechó para rematar de cabeza ante Dani Giménez. Aunque poco le duró la alegría a los de Víctor Sánchez del Amo. Un penalti de Ricca sobre David Simón lo convertía Carlos Fernández al minuto siguiente.
Cuando el partido estaba a punto de llegar al descanso, volvió a aparecer Ontiveros. Con David Simón y Álex Bergantiños como espectadores de lujo, el del Málaga se relamió al ver el hueco que le dejaron y puso el balón donde Dani Giménez no podía llegar. Se la prometían muy felices los malacitanos.
Pero tras el descanso, Martí cambió el dibujo de su equipo y el Deportivo empezó a carburar con un Fede Cartabia de lo más inspirado. El empate llegó con una asistencia de Fede Cartabia a un Pedro Sánchez que borró las telarañas de Munir con un latigazo. Un tanto que celebraron así:
El tercero, volvió a partir de las botas del argentino. Balón picado para que Carlos Fernández volase para colocarlo de cabeza en el fondo de las mallas y desatar la locura en las gradas de Riazor.
Y por último, Borja Valle recogió el balón. Interpretó muy bien el barrido que le hizo Saúl para colarse en el área y fusilar con un disparo raso a un Munir que no pudo llegar. Más rabia en la celebración y más lume en Riazor en una noche donde ardió todo.