El Deportivo se dio un festín a costa del Oviedo. Los de Natxo González tuvieron que recurrir a la estrategia para desmontar al equipo de Anquela, que pese a las bajas lo intentó en Riazor. «Esta vez hemos tenido que ser más prácticos y verticales, tenemos muchos recursos y estuvimos acertados», decía Carlos. Así fue como un saque de esquina con aclarado para Domingos Duarte, permitió al portugués cabecear al fondo de las mallas el primero de la tarde.
Y tras el descanso, el Oviedo se estiró para buscar el empate y el Deportivo decidió matar el partido a la contra. Un balón a la espalda de la defensa lo aprovechó Quique González para superar a Forlín en velocidad y deshacerse del portero con un gran disparo cruzado.
Llegaría después el tanto de Carlos Fernández. Nueva jugada de combinación y un recién entrado Fede Cartabia que asiste al futbolista cedido por el Sevilla para que pise el área y la pique ante la salida del portero. En la celebración no faltó el bigote que se ha dejado por el Movember.
Y ya para cerrar el encuentro, se vestiría de asistente Carlos Fernández que se la puso perfecta a un Quique González que no desaprovechó esta entrega para poner el definitivo 4-0 en el marcador. De hecho, se deshizo en elogios hacia el goleador. “Es una maravilla jugar con él. Nos entendemos muy bien y además tenemos una buena relación. Estoy contento por esa conexión. Es un gran delantero y siempre le desearé lo mejor”.
Quique González, por su parte, se deshizo en elogios hacia la afición que lo ovacionó en Riazor. “Venir nuevo aquí, a este gran club, y que una afición como esta te dé una ovación así después de 13 jornadas… te llena de orgullo. Quiero seguir trabajando para ayudar, para que sean muchas victorias y la gente disfrute de nosotros”.