Es el turno del Sevilla FC en «Adelante». Míchel ha modificado la pizarra para devolver al equipo a los puestos más altos. Se enfrentan dos de los nueve equipos que saben lo que es ganar la Liga.
El Sevilla acude a Riazor con la intención de dar el salto que le impulse de forma definitiva hacia la cabeza de la clasificación. En tierras andaluzas esperan que este sea el año del conjunto de Nervión y el año de Míchel.
Contexto. Los resultados lo cambian todo. Las críticas se han tornado en halagos tras la victoria ante el Real Madrid.
El inicio de temporada del Sevilla no había contentado a la grada del Ramón Sánchez Pizjuán hasta la pasada jornada. El conjunto dirigido por Míchel dividía a la afición hispalense en comentarios positivos y negativos, una situación que, junto a los problemas judiciales de José María Del Nido y los que el presidente mantuvo con los Biris Norte, provocaron un clima de inestabilidad en el club andaluz. Todo cambió con el triunfo de los de Nervión ante el Real Madrid el pasado sábado, una victoria balsámica que llevó la tranquilidad a la entidad sevillista, y que provocó que la directiva y los ultras acercaran posturas para que los más incondicionales regresen al estadio palangana el próximo encuentro en el Pizjuán.
Míchel ha consolidado el proyecto que inició el pasado curso, y le ha devuelto a su equipo la agresividad, velocidad en bandas y peligro ofensivo que perdió en la desafortunada época de Marcelino. Hasta el momento con mejor fútbol que resultados, el técnico madrileño busca dar el salto definitivo como preparador en la que es quizás la mejor plantilla hispalense de los últimos años.
Nombres propios. Nivel para regresar a Europa. Defensa sólida, medular sacrificada y ataque decisivo.
– El crack. Jesus Navas. Habilidoso, escurridizo e imprevisible. El extremo sevillano sorprende en cada jugada de cada partido. En España hay pocos futbolistas con su desborde. Letal con espacios e ideal para penetrar defensas numerosas. Nunca defrauda.
– El ‘muro’: Spahic. Tras una campaña por debajo de Fazio y Escudé, el croata ha iniciado el curso 2012/2013 como indiscutible en el centro de la zaga. Rápido, contundente al corte y en el juego aéreo, destaca por poder rendir en las cuatro posiciones de la defensa e incluso en el centro del campo. Hábil con el balón en los pies.
– El ‘cerebro’: Rakitic Joven, determinante en el último pase y muy veloz. El pasado curso rindió por debajo de las expectativas, pero esta campaña ha empezado bien, siendo importante tanto en el eje de la medular como jugando de interior. Clave en el balón parado y, junto a Trochowski, el principal enlace con Navas en los contraataques.
– El ‘killer’: Negredo. Infinitos los recursos del delantero madrileño. La bestia negra del Deportivo en la última visita del Sevilla a Riazor, donde logró un doblete. Gran desmarque y buena definición con su zurda y con la cabeza. Futbolista de rachas e irregular.
El dato. Mal en ataque, bien en defensa. Es el cuarto peor anotador, pero también el equipo que menos encaja.
Con un 8% de sus remates transformados en gol, el conjunto andaluz es tras el Celta y el Granada el tercer equipo con peor promedio anotador del campeonato. Y es que los hombres de Míchel tan solo han logrado marcar cuatro goles en las cuatro jornadas de la Liga BBVA que se han disputado, dejándose puntos de forma increíble en encuentros como el de la tercera fecha en Vallecas ante el Rayo, donde empató después de errar dos penaltis.
Por otro lado, los hispalenses tan solo han recibido dos dianas en contra, y son junto al Málaga el equipo menos goleado del torneo.
Un momento histórico. Temporada 1945-1946. Campeones de Liga.
Tan solo hay nueve equipos españoles que han conquistado el título de Liga. El Sevilla es uno de ellos. Lo consiguió en la década posterior a la Guerra Civil, una de las dos épocas más fructíferas para la entidad sevillista -la otra serían estos últimos diez años-. En la campaña 1945-1946, se alzó con el título de campeón, por única vez en su historia, tras superar por 1 punto al Barcelona. Ramón Encinas era el técnico de un equipo para el recuerdo, cuyo once ideal era el formado por Busto, Joaquín, Villalonga, Alconero, Félix, Eguiluz, López, Arza, Araujo, Herrera y Campos.
Una leyenda. Frederic Kanouté. La elegancia viste de blanco.
Cuando Freddy Kanouté llegó al Sevilla, arrastraba varias famas. Decían de él que le faltaba gol. Que tenía destellos, pero que le faltaba algo para ser un gran delantero. No terminó de convencer a las aficiones del Olympique de Lyon, ni del West Ham, ni del Tottenham Hotspur. Daba la sensación de ser uno de esos jugadores que dividen su carrera deportiva en muchos equipos. Pero no. Aunque su primera campaña en Sevilla también generó dudas, el africano terminó por convertirse en una auténtica leyenda del sevillismo. Convirtió su elegancia en productividad y, con él en punta, el Sevilla vivió algunos de los momentos más grandes de su historia. Abandonó el equipo el pasado verano tras siete temporadas, donde llegó a convertirse en uno de los mejores jugadores de la Liga española.
Un lazo blanquiazul. Bebeto. Héroe blanquiazul, villano rojiblanco.
Nando, Duscher, Héctor, Alfredo, Ramis, Marchena, Marcos Vales… Son muchos los jugadores que han vestido la camiseta blanquiazul del Deportivo y la blanca del Sevilla. Otro de ellos es Bebeto, del que, sin embargo, guardan un recuerdo muy distinto ambas aficiones. La deportivista le considera uno de los mejores jugadores que han pasado por el estadio de Riazor. En sus cuatro años a la orilla de la playa herculina, el punta se cansó de meter goles. Pero en verano de 1996, decidió volver a su tierra. Sin embargo, menos de medio año después, el Sevilla requirió de sus servicios y decidió volver. Apostó fuerte por él el conjunto del Nervión, en un traspaso que los aficionados del Sevilla prefieren olvidar. Mucha ilusión depositaron en él, pero la aventura terminó en dos meses, con un balance de cinco partidos y cero goles, y con un gris resultado económico para la entidad.