El pasado 22 de noviembre, cuando cayó goleado por 1 a 8 ante el Atleti, el Dépor ABANCA era el colista de la Primera Iberdrola con 0 puntos. Ocho derrotas en otros tantos partidos lo habían condenado a la última plaza de la clasificación. Hoy, dos meses más tarde, el equipo coruñés sigue siendo el farolillo rojo, pero está en una situación bastante distinta; tras encadenar dos victorias y un empate, se ha metido de lleno en la lucha por la salvación. Esta mejora no se explica sin el papel de Athenea y Peke.
Cuando terminó la temporada 2019-20, el Deportivo fue capaz de retener a sus dos delanteras. Y eso, para un equipo que había sido el segundo máximo goleador de la liga, no era una noticia cualquiera. A priori, tanto la vasca como la cántabra debían ser las principales referencias del equipo en la 2020-21. Un cartel que se agigantó en septiembre y octubre, cuando fueron citadas por la selección absoluta y Athenea incluso llegó a debutar.
Pero como en el fútbol a veces mandan las dinámicas, la mejor versión de la dupla, al igual que la del equipo, tardó en aparecer. Peke se ausentó de las convocatorias durante un mes por un proceso vírico, y no fue hasta la jornada 10 cuando ambas intervinieron de manera decisiva en los resultados del equipo.
Ante el Eibar (2-4), en la primera victoria del curso, Athenea tuvo incidencia directa en los cuatro goles: asistió en dos ocasiones a Peke, hizo la apertura a banda que dio lugar al centro de Cris para el 2-2 y provocó el penalti. La delantera de Arrigorriaga, por su parte, firmó un doblete. Una semana después, ante el Logroño (2-1), la dupla mágica protagonizó la remontada. En el 1-1 Peke asistió a Athenea, y en el 2-1 se intercambiaron los papeles. Contra el Madrid CFF (1-1), la vasca anotó el gol del empate, previa asistencia de Gaby.
Los datos en esas 3 jornadas
Athenea: 3 asistencias, 1 gol y 1 penalti provocado
Peke: 1 asistencia y 4 goles
La propuesta y el dibujo
¿Qué más cambió el Deportivo durante ese tiempo? La propuesta y el dibujo (se asentó el 1-4-4-2 en rombo). A raíz del contundente 1-8 ante el Atleti, Manu Sánchez modificó el plan. Lo explicaba muy bien Peke en nuestra entrevista: «No salíamos bien desde atrás con el balón. Y para no tener esos miedos, el equipo se siente más cómodo sin asumir tantos riesgos atrás y siendo valiente arriba«.
Desde esa goleada en contra en Riazor, el Dépor pasó de salir jugando en corto a buscar el primer pase en largo, raseando ya el cuero en campo rival. La fórmula, hasta el momento, ha funcionado. Además, tras un inicio donde el esquema varió constantemente -el equipo llegó a utilizar cuatro distintos-, en estas tres jornadas, Manu ha optado por el 1-4-4-2 en rombo, pasando a un 1-4-3-3 en el tramo final de los partidos. Encuentro del Barça al margen (1-4-4-1-1), todo apunta a que esta vuelta a las orígenes, al esquema tipo, se va a mantener en el tiempo.
¿Por qué ha sido también una buena noticia para Athenea y Peke? Porque en ese contexto, en el rombo, ante la ausencia de jugadoras específicas de banda, pueden caer constantemente a los costados y aprovechar su movilidad por delante del balón. En el 1-4-3-3, un dibujo que a priori busca más amplitud, es Athenea la que parte desde la izquierda, fijando a las laterales, y Peke la que se ubica en el centro. Pero más allá de la pizarra, algo es evidente de cara al próximo año: con la dupla mágica a este nivel, el Deportivo estará mucho más cerca de la permanencia.
El Barça, un paréntesis
La última jornada de este 2020 merece mención aparte en todos los sentidos. El Dépor ABANCA cayó ante un equipo que no tiene rival en esta Primera Iberdrola, el todopoderoso Barça (1-6). Ese partido hizo que el equipo de Manu Sánchez rompiese su dinámica positiva, pero sirvió para ver detalles interesantes del equipo sin balón: defendió con mucho orden el juego interior del Barcelona y se mostró muy solidario.