Eternamente vinculado con el Dépor, Bebeto habló esta semana, sobre su pasado, con los compañeros del diario Marca. Y como siempre, no dejó a nadie indiferente. Cuentan, quienes le entrevistan, que incluso se llegó a emocionar durante la grabación.
Y es que, cada vez que alguien le pregunta en pretérito pluscuamperfecto, aparece A Coruña, y con ella, muchos sentimientos encontrados. «Para mí es muy especial. Lo considero como algo mío, parte de mi vida, de mi historia. Mi ciudad. Mi familia, en serio. Tengo muchas ganas de volver«, reconoce.
Sin embargo, pese a no volver a visitar aún Galicia físicamente, afirma conservar «muchos amigos allí». «Hablo mucho con ellos por teléfono». Entonces, ¿por qué no viene el ariete de visita? «Mi vida es una carrera constante. Ahora soy político, en Brasil, y tengo que estar siempre de un lado para otro«. Añadiendo, eso sí, y para alegría de sus fans, que «el 20 de mayo espero poder estar allí con mis amigos. Quiero estar allí para un aniversario con Arsenio Iglesias, que le quiero mucho.»
Ya en un tono menos emotivo, recordó el que para él había sido el defensor más complicado de atacar. Y es que «siempre me ponían un jugador que se olvidaba del balón y sólo me miraba a mí. Me acuerdo mucho de Paco (Jémez). Yo le pedía: «Paco, pero mira un poco al balón hombre». Siempre era igual conmigo. Nos hicimos buenos amigos, pero me pegaba mucho. Sólo tuve una oportunidad contra el Rayo y marqué gol. Quedamos 1-0 y Paco se quedó muy jodido en el suelo, enfadado.»
¿Que cómo acabó el defensa canario en el Dépor? «Yo fui a hablar con Lendoiro para que lo hiciera, así yo no tenía que volver enfrentarme a él», destaca.
Un Lendoiro que aparece en la entrevista, y al que recuerda agradecido. «Era muy buena gente. Le tengo mucho cariño porque vino a Brasil para ficharme. Hizo de todo por traerme y eso es inolvidable.» Sin evitar admitir también que «negociar con él era complicado.»
Y ahí es donde le asalta el recuerdo de su salida fallida. «Casi fiché por el Barcelona en una ocasión. Estuve muy cerca. Pero, Lendoiro me decía «Si te vendo, me tengo que ir de España. No podría salir a la calle».
Y es que el brasileño era muy feliz y querido en la ciudad donde nadie es forastero. «¡Me sentía tan bien allí con la gente!» Y recuerda una anécdota que le marcó para siempre. «Mi hijo estuvo enfermo, quedó muy flaquito por un problema en el intestino, muy débil y la gente me recibió con un cariño que es imposible de olvidar«. (Cuentan que aquí se emociona), para concluír finalmente el tema con un «¡Caramba!» Y es que «ese cariño vale mucho más que el dinero. Muchisísimo más», apuntilla.
Siempre agradecido, recuerda que «la gente allí fue espectacular con toda mi familia. Después de ese día me daba igual todo lo que ocurriera con Barcelona y los demás.» Mencionando, eso sí, la etapa más complicada «cuando mi abuela estaba para morir con 94 años, fue que me dijo que si iba a Coruña ya no la encontraría más viva y entonces tuve que salir un poquito.» Y vuelve a declarársele a su amada ciudad, otra vez más, «mi corazón está siempre con la gente de La Coruña, para siempre», concluye.
Preguntado sobre la situación actual del equipo, Bebeto manifiesta, convencido, que «el Dépor yo creo que ya está fuera de problemas, que es lo que me importa«. Ya lo saben, da igual el tiempo que pase, el astro es eterno.