Parecía que los caminos de Deportivo y Bergantiños no iban a cruzarse este verano después de que As Eiroas haya sido visita habitual en la historia reciente. Pero el destino ha querido que el club blanquiazul vuelva a enfrentarse al equipo de Carballo, lo que supone a su vez una nueva oportunidad para que el cuadro que ahora dirige Lemos agrande su condición de bestia negra de pretemporada.
Porque el Deportivo no ha salido con las mejores sensaciones de sus últimos enfrentamientos con el Bergantiños. De hecho, casi puede decirse que la capital bergantiñana ha sido la plaza que más dudas ha creado en las dos últimas preparaciones.
En octubre de 2020, con Fernando Vázquez en el banquillo y el Dépor preparándose para buscar el ascenso tras la pandemia y el caso Fuenlabrada, el duelo terminó en empate sin goles. Pero la imagen de los deportivistas fue pobre y generó las primeras críticas en el que era el tercer test de la preparación.
El año pasado el resultado fue todavía peor. Ya con Borja Jiménez en el banquillo, y Lemos también en el del rival, el Bergantiños fue capaz de remontar un tanto inicial de Quiles con dos goles del exblanquiazul Uxío y de Escobar. Era un Dépor también en fase inicial, en el que tuvieron participación jugadores que no iniciaron la liga como Gandoy, Borges o Keko.
Deportivo vs Bergantiños: Del sintético de As Eiroas al natural de Ponte dos Brozos
Además de lo que hayan podido cambiar las plantillas en estos últimos años, la principal diferencia del Deportivo vs Bergantiños de este domingo será el escenario. O, mejor dicho, el terreno de juego. Esta vez el campo será el de Ponte dos Brozos, de césped natural y en el que el Dépor ya se estrenó este verano ante el Arteixo. Este año ya no habrá campos de hierba sintética en Primera Federación, por lo que el club herculino ha decidido ya no jugar ningún amistoso en esta superficie.