La contundente victoria de la UD Las Palmas sobre un Valencia que vio frenada su progresión en la noche de ayer (3-1), puso fin a la vigésima jornada en la Liga Santander. Un fin de semana del que el gran beneficiado es el Real Madrid, que amplia su ventaja en el liderato tras los pinchazos de Sevilla y Barcelona y su victoria sobre la Real Sociedad. Mientras tanto, ninguno de los equipos situados en la zona de descenso pudo sumar los tres puntos.
Osasuna y Malaga (1-1) firmaron tablas en el partido adelantado al viernes. Un reparto de puntos justo que, sin embargo, deja un mal sabor de boca en la hinchada rojilla, que vio como su equipo se adelantó en el marcador pero no pudo certificar la victoria.
Quien si lo hizo fue el Villarreal, a costa del nuevo colista, el Granada (2-0). El submarino fue muy superior a un conjunto nazarí que parece no encontrar un rumbo que le lleve a la salvación. Una permanencia a la que ya se aproxima el Alavés, que cuajó un partido soberbio ante el Atlético de Madrid (0-0) para arañar un punto que, por otra parte, siembra dudas en el seno colchonero.
Por su parte, el Eibar venció como local al Deportivo (3-1) en el día del homenaje a Garitano. Los armeros fueron justos vencedores, pero queda la duda de qué hubiese sucedido si el colegiado no obviara un clamoroso penalti a Emre Çolak. Después, el Celta de Vigo se tomó la revancha de la primera vuelta y sometió al Leganés (0-2), en la única victoria visitante de la jornada.
El domingo trajo consigo dos sorpresas en forma de pinchazos de equipos de la zona noble. El Betis contuvo a un Barcelona (1-1) ramplón hasta el último minuto de encuentro para sumar un empate, en el que lo mas destacado fue un gol fantasma de los de Luis Enrique, que no subió al marcador, pese a que la pelota entró medio metro en la meta verdiblanca. Un fallo que no aprovechó el Sevilla, que cayó derrotado en su visita al Espanyol (3-1); un encuentro marcado por la expulsión de Nico Pareja en el minuto 2′, tras cometer un dudoso penalti.
A continuación, el Granada fue incapaz de retener la ventaja que cosecho durante la primera mitad y terminó cediendo ante un Athletic Club (2-1) poderoso que mostró en todo momento su voluntad por remontar el encuentro. Y en el último choque del día, Cristiano Ronaldo se reconcilio con el Bernabéu para sellar una victoria del Real Madrid sobre la Real Sociedad (3-0) que permite a los merengues ser más líderes aún.